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Mitsubishi prevé suprimir 4.500 empleos, el 10% de la plantilla

El fabricante de automóviles ampliará capital para salir de la crisis

Mitsubishi Motors suprimirá 4.500 empleos, un 10% de su plantilla, en Japón, Europa, Estados Unidos y Australia. Esta medida se incluirá en un plan de reorganización que el fabricante de automóviles, que atraviesa una grave crisis financiera, tiene previsto anunciar el 30 de abril, según aseguró ayer el diario japonés Yomiuri sin citar fuentes. El plan incluirá una ampliación de capital por un máximo de 750.000 millones de yenes (5.800 millones de euros) que será suscrita en un 60% por DaimlerChrysler, que tiene un 37% del capital.

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El grupo germanoestadounidense DaimlerChrysler ultima un plan drástico para revitalizar a su socio japonés, que prevé registrar pérdidas por unos 600 millones de euros en el último ejercicio fiscal, cerrado el 31 de marzo pasado, en parte por el retroceso de sus ventas en Estados Unidos. Mitsubishi prevé suprimir 4.500 empleos y, una vez finalizada la reestructuración, dispondrá de una plantilla de unos 40.000 trabajadores, lo que supone un 45% menos en relación a los efectivos laborales con los que contaba en el año 2000.

Según informaba ayer el diario Yomiuri Shimbun, que no cita fuentes, el ajuste de empleo supondrá la supresión de 1.000 puestos de trabajo en Japón y otros 3.000 en Europa, Estados Unidos y Australia. La firma japonesa declinó avanzar detalles de su plan de reestructuración, y remitió a la presentación de este programa el próximo día 30, en una junta extraordinaria de accionistas.

El plan de reestructuración de Mitsubishi incluye una ampliación de capital por un importe máximo de 750.000 millones de yenes (5.800 millones de euros), de los que DaimlerChrysler aportará 3.500 millones de euros. Los restantes accionistas del fabricante japonés, entre ellos Mitsubishi Heavy Industries, Mitsubishi Corporation y Bank of Tokio-Mitsubishi, aportarán unos 770 millones de euros, mientras que el resto se destinará a inversores institucionales.

Pocos días antes de la junta, el 28 de abril, el consejo de vigilancia de DaimlerChrysler se reunirá en Nueva York para aprobar el plan de reestructuración de Mitsubishi, según informaron ayer fuentes próximas a la empresa. Este comité ha solicitado al comité de dirección la remisión de un programa en el que se incluyan todas las opciones posibles para DaimlerChrysler, incluida la venta de su participación en Mitsubishi. No obstante, las mismas fuentes calificaron de "improbable" esta última opción.

La crisis de Mitsubishi acapara estos días las páginas económicas de la prensa japonesa. El periódico Nihon Keizai explicaba ayer que el plan ideado por DaimlerChrysler persigue convertir en filial a su socio nipón y que toma como modelo los métodos utilizados por su rival Nissan para volver a la rentabilidad.

La reorganización implica la designación de un "líder carismático", dice el rotativo, que sugiere el nombre de Andreas Renschler, ex jefe de Smart, filial de DaimlerChrysler, para un plan que incluye la consolidación de plantas en Japón, la suspensión de la manufactura de modelos como el popular todoterreno Pajero (Montero) y ese aporte financiero de casi 6.000 millones de euros. Tras considerar "insuficientes" las reformas llevadas a cabo por el actual presidente de Mitsubishi, Rolf Eckrodt, Renschler ha decidido recurrir a "reformas a lo [Carlos] Ghosn", decía el diario en referencia al plan aplicado por el ejecutivo francobrasileño enviado por Renault en 1999 para reflotar Nissan.

Menos concesionarios

Daimler no sólo tiene problemas con Mitsubishi. El grupo prevé reducir el número de concesionarios de Chrysler, su deficitaria filial, según informó ayer el diario alemán Financial Times Deutschland. En una entrevista con el rotativo, el presidente de Chrysler, Dieter Zetsche, quiere eliminar la idea, extendida entre sus vendedores, de que los automóviles Chrysler sólo se venden con elevados descuentos.

Con la reducción del número de concesionarios, Zetsche aplica la tercera y última etapa del programa de saneamiento de Chrysler, y espera volver a los beneficios netos positivos en 2004.

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