El Papa suplica a los secuestradores que liberen a los rehenes extranjeros

Juan Pablo II hizo ayer un llamamiento a los guerrilleros iraquíes que mantienen secuestradas a personas de varias nacionalidades para que las liberen y demuestren así "un sentimiento de humanidad". "Les suplico que devuelvan a sus familias las personas que tienen en sus manos", dijo el Papa en alusión a la quincena de extranjeros en manos de guerrilleros iraquíes, entre ellos tres ciudadanos italianos que trabajaban como escoltas privados. Alrededor de medio centenar de extranjeros han sido secuestrados en Irak desde principios del mes de abril, aunque la mayoría ya han sido liberados.

Juan Pablo II hizo esta súplica ayer, tras dirigir en la plaza de San Pedro el rezo del Regina Coeli, que tras la Pascua sustituye al Angelus. Dijo sentirse "particularmente próximo con el pensamiento y la oración" a las familias de los secuestrados en Irak y agregó que sigue "con gran tristeza las noticias trágicas" que proceden estos días desde ese país y desde Tierra Santa.

"Que cese el derramamiento de sangre. Esos actos inhumanos son contrarios a la voluntad de Dios", clamó el Pontífice, quien manifestó que reza por las poblaciones de esos países "y por todos los que en esas regiones trabajan por la reconciliación y la paz".

El diario del Vaticano L'Osservatore Romano denunció ayer que en Irak hay una "guerra sin nombre, hecha a base de secuestros y crueldad" y que el camino que puede llevar a una solución es abandonar "con dignidad" ese callejón sin salida. Hay que pasar "de la política de la fuerza a la fuerza de la política", escribió ayer el diario. El vespertino de la Santa Sede agrega que en Irak hace estragos una guerra "cuya cara es la de esas personas secuestradas, rehenes de una lógica despiadada".