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Reportaje:

Oportunidades con un dólar más caro

Los depósitos denominados en euros siguen ofreciendo mayor rentabilidad

La mejora de la actividad económica de Estados Unidos está favoreciendo la cotización de la divisa norteamericana frente al euro. Y casi todos los expertos consideran que el dólar seguirá ganando posiciones a corto plazo. Es, pues, un buen momento para analizar las oportunidades que esta tendencia ofrece tanto a la hora de invertir como para endeudarse en billetes verdes.

La revalorización del 'billete verde' puede ser también beneficiosa para el endeudamiento, ya que el coste real de un crédito será más barato

Casi todos los analistas coinciden: el dólar seguirá, dadas las expectativas de reactivación económica en Estados Unidos y de subida en sus tipos de interés oficiales, recuperando posiciones respecto al euro. En el último mes se ha pasado de negociarse un euro a cambio de 1,24 euros dólares a fijarse un cambio de 1,19 dólares por euro. A corto plazo, si se vencen las resistencias iniciales de cotización (en 1,18 y 1,16 dólares por euro) se podría llegar a 1,15 dólares e incluso, según los más optimistas, rebajar el cambio hasta los 1,11 dólares por euro.

Bajo estas circunstancias, los inversores pueden plantearse en estos días tomar posiciones en activos financieros denominados en la divisa norteamericana. Si se opta por los depósitos a corto plazo, la situación de partida respecto a tipos de interés es claramente desigual a favor de los productos denominados en euros. Si en el mercado interbancario la diferencia entre unos y otros se sitúa en torno al punto porcentual, en la realidad financiera española, la distancia puede ser de hasta cinco puntos porcentuales en términos anuales. La clave de las posibles ganancias, por tanto, radica en el riesgo de cambio euro/dólar que el inversor quiera asumir.

Hoy por hoy, en euros se pueden encontrar depósitos mensuales con una rentabilidad de hasta el 6% (los comercializan en estos días tanto ING Direct -tan sólo para nuevos clientes y hasta final de mes- como Patagon). Los rendimientos que ofrecen las imposiciones a plazo en la divisa norteamericana no se acercan a estas tasas. Los tipos de interés más elevados se sitúan a un mes en torno al 0,5% llegándose, tan sólo en el caso de E-Bankinter, a ofrecer una tasa anual de revalorización del 1,06%.

Un depósito en la divisa europea al 6% durante un mes genera unos intereses, para 1.000 euros de unos cinco euros antes de retenciones e impuestos (todos estos productos adelantan a hacienda un 15% de sus rendimientos). Una imposición a ese mismo plazo y para ese mismo importe (1.195 dólares, según su cambio actual) al 1,06% aporta unos 1,035 dólares en el mes. En el momento de recuperar la inversión, en el caso del depósito al 6%, se tendrán, sin tener en cuenta los impuestos, 1.005 euros. Para la imposición en dólares, el resultado no es en absoluto fijo. Si el dólar se revaloriza (cambio de 1,15 dólares por euro), el particular recuperará 1.196,035 dólares que, al nuevo cambio, se convertirán en unos 1.040 euros. La diferencia entre uno y otro resultado se fija en torno a los 35 euros a favor de las imposiciones en euros. Si fuera el euro la moneda que siguiera apreciándose, el resultado sería exactamente el opuesto.

Préstamos hipotecarios

Lo mismo que en la inversión a muy corto plazo, la posible revalorización del dólar puede ser también beneficiosa para el endeudamiento. Los préstamos hipotecarios en divisas son siempre a tipo de interés variable. Para fijar su precio, se utiliza como referencia el libor (tipo de interés para cada divisa en el mercado interbancario de Londres), más un diferencial que varía según las entidades entre el 0,5% y el 2,5% en función de los importes, de la moneda elegida y de los plazos establecidos. En la actualidad, el dólar se negocia para un plazo de 12 meses al 1,5%. Aplicado sobre esta cantidad, un diferencial de 1,2 puntos (media del que aplican las entidades) resulta un tipo de interés en torno al 2,7%, muy similar al de muchos de los préstamos hipotecarios que se comercializan en euros por cajas y bancos españoles.

Los intereses y la amortización del préstamo hipotecario (las cuotas mensuales o trimestrales) se han de abonar en la divisa elegida. Si para el particular español comprar dólares resulta cada vez más barato, el coste real del préstamo baja en la misma proporción convirtiéndose así en más atractivo que si estuviera denominado en euros.

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