Newell acepta negociar por separado la situación de la planta de Vitoria
La dirección de la multinacional Newell ha aceptado la petición de los trabajadores de mantener reuniones específicas y por separado con los comités de sus plantas de Vitoria y Martorell (Barcelona), tras el anuncio hecho por la empresa esta semana de que cerrará ambas antes del próximo verano.
Aunque la multinacional mantiene la convocatoria de una reunión el lunes en Zaragoza con los dos comités de empresa, es posible que a finales de la semana entrante se celebre la primera oficial y por separado con el comité de la planta vitoriana, la antigua Hofesa. Los trabajadores de esta factoría confirmaron ayer que no acudirán a la cita de Zaragoza, pero se mantendrán informados, ya que la dirección les ha prometido trasladarles lo que allí se trate.
El cierre patronal se gestionará por medio de un expediente de regulación de empleo de 100 trabajadores de los 111 que tiene la factoría de rieles de persianas. Newell Ibérica es una filial de la multinacional norteamericana Newell Rubbermaiden, dedicada a productos para el hogar y de escritura, con marcas como Parker, Kirch, Pyrex o Rotring, entre otras.
El presidente del comité de empresa de Vitoria, Pedro Martínez, de ELA, cree que la dirección debe dar muchas explicaciones sobre su decisión, visto el elevado nivel de producción de los últimos meses. "Nos han dado el cierre como un hecho consumado y eso es inaceptable, entre otras cosas porque no lo han justificado", declaró ayer. El comité está integrado por cinco miembros de ELA, dos de LAB, uno de CCOO y otro de USO.
Ayuda municipal
El Ayuntamiento de Vitoria mostró ayer su intención de ayudar a los empleados de Newell, y el alcalde, Alfonso Alonso, anunció que ha ordenado al departamento de Empleo municipal que se ponga a disposición del comité de empresa. El primer edil indicó que su intención es poner en marcha un plan para ayudar a la inserción y a la recuperación del puesto de trabajo de quienes se vean finalmente afectados por el expediente de regulación.
Alonso explicó que ha intentado, sin éxito, contactar con los directivos de la empresa para conocer de primera mano las intenciones de la multinacional, pero da por hecho que la empresa va a cerrar la planta de Vitoria y se generará un problema social con 100 familias. Muchos trabajadores de Hofesa son mujeres.
"Si podemos hacer algo para evitar que la multinacional se marche de la capital alavesa lo haremos. En caso contrario, interaremos resolver el problema social que se genere, en la medida de nuestras posibilidades", dijo. Alonso se sumó a la tesis de la patronal provincial y la Cámara de Comercio de que los altos costes laborales están aumentando sensiblemente el riesgo de deslocalizaciones empresariales en Álava.
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