El PP retrasa el relevo de Zaplana en Valencia para pacificar el partido

El PP va a retrasar a finales de la próxima semana o principios de la siguiente la Junta Directiva Regional que elegirá al sucesor de Eduardo Zaplana como presidente del partido en la Comunidad Valenciana. Iba a celebrarse el martes. Mariano Rajoy y Ángel Acebes acudirán a la junta que, en principio, proclamará a Francisco Camps como presidente regional del PP. Acebes transmitió ayer a los dirigentes del PP valenciano que Rajoy ha ordenado que la sucesión se haga sin disputas que dañen al partido ni allí, donde gobierna, ni en el conjunto de España, donde está en la oposición.

Acebes y Rajoy acudirán a la Junta Directiva del PP de la Comunidad Valenciana que proclamará al sucesor de Eduardo Zaplana como presidente del partido en esa comunidad. Anoche, el secretario general adjunto reclamó a los presidentes de las tres diputaciones, a los alcaldes de las tres capitales y a los tres presidentes provinciales que la sucesión de Zaplana se "haga de la mejor manera posible", es decir, sin disputas internas y sin dañar al partido. Es decir, antes de la Junta Directiva debe quedar claro que todo el PP valenciano respalda sin fisuras al sucesor de Zaplana. Éste anunció el martes su renuncia para dedicarse en exclusiva a su nuevo cargo de portavoz del PP en el Congreso.

Acebes comenzó el jueves a telefonear a todos los dirigentes del PP valenciano para averiguar qué problemas despierta la sucesión de Zaplana y qué inconveniente puede tener que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, sea su nuevo líder. Ayer convocó una reunión en Génova para continuar esa estrategia pacificadora. Por la mañana, habló con Zaplana para cerciorarse de que, "de verdad", ha decidido no interferir. Por la tarde trasladó a los dirigentes del PP valenciano que Rajoy ha ordenado que la sucesión de Zaplana no dañe al partido ni en una de las principales autonomías en las que gobierna ni en España.

La posición oficial de la dirección nacional del partido es "no inmiscuirse" en una decisión que "democráticamente" tomará el PP en la Comunidad Valenciana. Pero fuentes de esa dirección mantienen que "lo lógico y lo que ocurrirá salvo catástrofe" es que el presidente de la Generalitat será el nuevo líder del PP valenciano.

Y de lo que se trata ahora es de que tal cosa ocurra con el menor ruido posible. Pero el ruido existe. La estrategia alentada por partidarios de Zaplana para avalar la candidatura de José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación de Alicante, como presidente regional ha provocado una quiebra desconocida en ese partido. Partidarios de Camps y de Ripoll llevan toda la semana cruzando acusaciones sobre "caza de brujas" o actitudes "mafiosas" sobre el contrario.

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, respaldó el jueves una rebelión de una treintena de alcaldes y dirigentes locales encaminada a detener "la extraña espiral" que amenaza la cohesión popular. Barberá emplazó a Zaplana a expresar su apoyo a Camps para que el presidente de la Generalitat pueda ejercer el liderazgo de los populares "con manos libres". Ayer parecía que los partidarios de un candidato alternativo a Zaplana se ceñían a Alicante.

El presidente de la Generalitat, mientras, reitera que "el sentido común se impondrá porque lo demás no tiene sentido".