Salvar la Mariola
El Plan Eólico Valenciano tendrá un impacto sin precedentes sobre el Parque Natural de la Sierra de Mariola. Aunque el estudio de impacto ambiental de la zona 15 oculta que las sierras de Onil, Banyeres y Biar son los últimos contrafuertes de la Sierra de Mariola, así ha sido desde siempre, y Cavanilles certificó que el límite occidental de la Mariola estaba en Penya Rubia. Una de las principales dificultades que hubo que sortear para la creación del Parque Natural de la Mariola es que es un territorio con mucha presión humana desde hace siglos. Esta dificultad implicó que los técnicos medioambientales aconsejaran a la Administración que se conformara con una primera declaración de parque natural ideada como una primera fase, sin renunciar a la posibilidad de ampliar la zona de protección más adelante.
La instalación de los parques eólicos de la Fontanella, del Alt de la Crue y de la Fenassosa, frustra la posibilidad de una ampliación futura del Parque Natural de la Sierra de Mariola. Esta zona oriental de la Mariola es la última masa forestal de las comarcas alicantinas que hace de frontera de contención de otras zonas castigadas por la desertificación que avanza año tras año. Inexplicablemente, esta cuestión también queda obviada en el estudio de impacto ambiental.
Que esta zona haya quedado fuera del Parque Natural de la Mariola por una cuestión administrativa, no quiere decir, en ningún caso, que tenga menos valor ecológico. Más bien es al contrario, porque su situación de fragilidad debería comportar un esfuerzo mayor para conservar la última masa forestal en buen estado de las comarcas de Alicante.
El proyecto ha creado un fuerte rechazo social que sobrepasa el ámbito de Banyeres de Mariola. La noticia ha impactado a la sociedad de Banyeres, muy sensibilizada con la conservación de su patrimonio medioambiental. Prácticamente toda la población está en contra de esta actuación que se ha visto refrendada con la oposición al proyecto -por unanimidad- de todas las fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento de Banyeres de Mariola.
El informe reconoce el impacto negativo a lo largo de todo el estudio. Aun cuando el estudio de impacto ambiental quiere justificar que se han escogido las opciones "menos agresivas", no por eso dejan de ser agresivas. El estudio habla de aspectos negativos inevitables, por lo que sería conveniente no instalar estos parques eólicos en un zona de gran fragilidad ecológica donde no se podrá evitar la degradación del territorio. Las medidas correctoras no evitan el impacto ambiental. Minimizar el impacto comporta reconocer que la agresión al entorno natural existirá, será menor que sin medidas correctoras, pero existirá. Sólo es una cuestión de grado.
