El PP rectifica y se sumará "cuanto antes" a la comisión que reformará el Estatut

Piqué se decidió finalmente a modificar la actitud del PP, que hasta ahora se negaba a acudir siquiera a los trabajos de la comisión, tras escuchar el discurso de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno. "No hay elementos particularmente novedosos, pero ha habido un compromiso claro de que la reforma de la Constitución se limitará a cuatro puntos muy concretos", afirmó ayer Piqué para explicar el cambio de posición de su partido.

El dirigente conservador añadió que el número tres del Gobierno catalán, el ecosocialista Joan Saura, le ha garantizado que la reforma del Estatut se impulsará por consenso y que no se utilizará el proceso para forzar una reforma de la Constitución.

El anuncio de Piqué era esperado por todos los partidos, que daban por hecho el gesto desde que el mismo ex ministro lo insinuó hace tres semanas. De hecho, casi nadie se tomó en serio la cerrada negativa del PP a participar en los debates. Cuando la comisión se constituyó, en puertas de la campaña electoral, todos contaban con que el PP se acabaría incorporando a la ponencia tras las elecciones. Los conservadores acudieron a los comicios en toda España poniendo en primer término las críticas a Esquerra Republicana y sus dirigentes evitaban cualquier foro en el que participara también ERC.La incorporación del PP a la comisión de reforma estatutaria no será, sin embargo, como la había previsto Piqué. El líder regional esperaba que las elecciones generales rebajarían la fuerza que las formaciones partidarias de reformar el Estatut obtuvieron en las autonómicas. Pero los resultados fueron calcados: tanto si la base que se toma son las autonómicas como si son las generales, los diputados favorables a reformar el Estatut suman el 88% del total.

La evolución de las generales fue especialmente dolorosa para Piqué: si en 2000 el PP superaba a ERC por 12 a 1, el pasado marzo los independentistas dieron la vuelta a la tortilla y superaron a los populares por 8 a 6. Tras este varapalo, el principal argumento que Piqué pensaba esgrimir -que la representatividad de cada fuerza debe considerarse también por su resultado en las generales y no sólo en las autonómicas- queda muy diezmado.

El Gobierno catalán y todos los partidos acogieron con satisfacción el giro del PP, aunque la mayoría -CiU, ERC, ICV-EUiA- subrayó también que los conservadores no pueden querer imponer ahora condiciones. Los partidos no empezarán a redactar sus propuestas de reforma hasta mayo, una vez concluya la larga ronda de comparecencias de las entidades sociales que han sido invitadas a plantear sus propuestas sobre el Estatut en el Parlament.

El consejero de Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, pidió a Piqué que haga "pedagogía" entre sus correligionarios del resto de España. "Se ha puesto punto final a una situación que los catalanes no hubieran entendido porque en ningún caso sería comprensible que un grupo parlamentario quedara fuera de los trabajos de uno de los proyectos más importantes de esta legislatura", añadió.

Lídia Santos, la portavoz del PSC en la comisión, dio la "bienvenida" al PP y reiteró que la ponencia no se ha constituido para reformar la Constitución, sino el Estatut: "Es evidente que todos pensábamos operar en el marco de la Constitución, aunque pensando que la Carta Magna tendrá que modificarse en algún momento", explicó. El republicano Joan Ridao y el convergente Felip Puig coincidieron en juzgar "positivo" el paso del PP, pero adviertieron de que no puede servir como "excusa para rebajar la ambición", en palabras de Puig, o para ejercer de "quintacolumnistas", en expresión de Ridao. Jaume Bosch, portavoz de ICV-EUiA, avisó al PP de que se incorpora "en igualdad de condiciones" que el resto de partidos.