Testigos del caso dicen que Farruquito conducía a una velocidad "descomunal"

La titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla, Silvia Soto, tomó ayer declaración a cinco testigos que presenciaron el atropello mortal protagonizado por Juan Fernández Montoya, Farruquito, el pasado 30 de septiembre. Todos los testigos coincidieron en señalar que la velocidad del coche del bailaor era "temeraria y descomunal". También declararon como imputados el tío del artista, Antonio Fernández Flores y el cantaor Jorge Rubio, El Canastero, acompañante de Farruquito el día del suceso.

Antonio Fernández Flores, tío del bailaor, fue el primero en declarar ante la juez. En los 20 minutos de comparecencia señaló que lo único que había hecho era recoger el vehículo en un taller de Málaga y trasladarlo a Sevilla. "Yo soy el chófer de Farruquito desde que murió su padre y si me dice que me vaya a cualquier sitio ahora mismo yo voy. Me mandó ir a por el coche y fui, de lo demás no sé nada", afirmó.

El vehículo del Farruquito, un BMW blanco, fue reparado en Málaga tras el atropello que costó la vida al mecánico sevillano Benjamín Olalla, de 35 años. El día del suceso, Farruquito iba acompañado por Jorge Rubio, El Canastero, que también compareció ayer ante la juez. El cantaor señaló que tras la embestida mortal le dijo a Farruquito que detuviese su vehículo aunque el artista no lo hizo por miedo. "Nos insultaban los de detrás y le dio miedo parar; yo le dije, párate, aunque no lo hizo por los gritos".

"No a un compadre"

Jorge Rubio también declaró ante la juez que el coche del joven bailaor no iba "tan deprisa, entre 60 y 70 kilómetros por hora". El Canastero, acusado por los delitos de encubrimiento y deber de socorro, señaló que no denunció a Farruquito "porque eso no se hace con un compadre".

Tras él, comparecieron cinco testigos del accidente que declararon que el vehículo del bailaor iba muy deprisa, aunque no supieron especificar a qué velocidad. Una pareja de novios que adelantó Farruquito señaló que el coche "iba a más de 80 kilómetros por hora y el joven que los siguió para intentar anotar la matrícula declaró que tras ver que se saltaba dos semáforos seguidos abandonó la persecución porque temía por su vida, según el abogado de la viuda José Manuel Rosendo.

Otro de los testigos, identificado como J. J. G., afirmó que el BMW de Farruquito le adelantó rozándole por la izquierda mientras esperaba detenido en un semáforo. "No sé si se lo saltó, porque justo iba a cambiar de color aunque pensé que no llegaba al siguiente semáforo por lo deprisa que iba, luego vi dos cosas por los aires".

El testigo se refería a la mochila y al cuerpo de la víctima que cruzaba la calle acompañado por un amigo tras salir de la piscina del complejo deportivo de San Pablo. Este acompañante también recalcó ayer ante la juez la excesiva velocidad del coche de Farruquito.

El bailaor fue detenido seis meses después del atropello mortal cuando la policía averiguó por casualidad que él conducía el vehículo y no su hermano gracias a las escuchas telefónicas realizadas a un policía nacional, al que se investigaba por otro caso, y tras descubrir que el vehículo fue reparado en un taller de Málaga.