Nieva recurre al pictoricismo para dos zarzuelas de los Quintero

Fue día de reivindicaciones. De un género, el chico, que está "comercialmente muerto", según dijo ayer Francisco Nieva, director de escena de La mala sombra y El mal de amores, que se estrenan mañana en programa doble en el teatro de la Zarzuela. Y también de dos autores, los hermanos Álvarez Quintero, "muy especiales, si se les aborda de forma moderna", dijo Nieva, y del maestro Serrano, creador de la música de ambas piezas, "maltratado injustamente", según el director de orquesta, Miguel Roa.

Nieva, premio Max de honor en la edición de este año, no se quiere ir del teatro, "esa peste de la que nunca me he curado", escribe en sus memorias, "ni a tiros". Tampoco de la zarzuela ni del género chico, una forma de arte que él reivindicó en su discurso de entrada en la Real Academia Española. "Yo me he formado en Francia, Alemania e Italia y desde allí veía como algo exótico nuestras dos formas teatrales autóctonas, el género chico y el auto sacramental", confesaba ayer, apoyado en su bastón de puño de plata, como un dandi cosmopolita, y utilizando esa voz de chaval de la que no se escapa, rodeado de Miguel Roa, que dirige la orquesta de la Comunidad de Madrid; José Antonio Campos, director del teatro de la Zarzuela, y Andrés Amorós, director en funciones del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem).

No se resigna a que la zarzuela vaya desapareciendo de los teatros: "Hay que dar la zarzuela a los intelectuales", dice, confiado en que sean los mismos que la han desprestigiado quienes la resuciten. Él cumplirá su papel. Abordará a los hermanos Álvarez Quintero con modernidad. "Vamos a hacer un montaje pictoricista, como se hacía en la época en que se estrenaron estos títulos ya casi centenarios. Y como Lorca montaba los Entremeses de Cervantes o los autos sacramentales de Calderón con La Barraca en el teatro Español", asegura Nieva.

Fue una escuela crucial para él y, para emularlo hoy día, Nieva y sus colaboradores han recurrido al "pictoricismo", dice, con técnicas modernas de reproducir pinturas. "Hemos hecho los decorados al óleo y los hemos escaneado, como se han copiado los carteles de las exposiciones de Manet o Tiziano para la publicidad del Museo del Prado", cuenta el dramaturgo, director de escena y hombre de teatro total que es Nieva.

Así han sacado adelante un nuevo montaje de dos piezas del género chico que además luce una música inspirada del maestro José Serrano, que se escuchará en las voces de Milagros Martín, Pilar Jurado, Juan Meseguer, Mar Abascal, Amanda Serna y Enrique Baquerizo, entre otros. Un autor, Serrano, "que fue acusado de vago, de poco dominador de la técnica, pero que fue un wagneriano impenitente y que tenía un talento especial para la melodía", dijo Roa.