Derechos humanos: asignatura aprobada
A pesar de los avances alcanzados, la integración de las minorías e inmigrantes sigue pendiente
Los diez países que ingresarán en la Unión Europea el 1 de mayo tienen en su haber grandes progresos realizados en los últimos años. Pero la oficina del comisionado para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, que preside el español Álvaro Gil-Robles, destaca en el debe de los invitados algunos aspectos negativos: la discriminación de las minorías, el reto que supone la inmigración, el tráfico de seres humanos... Éstas son sus radiografías:
REPÚBLICA CHECA
Han pasado 14 años de la revolución de terciopelo con la que se puso punto y final al comunismo en Checoslovaquia. Desde entonces es ingente el progreso que ha sufrido la actual República Checa. Se han llevado a cabo impresionantes programas de reformas económicas, así como cambios en la legislación y las instituciones. Sin embargo, el júbilo ante el éxito no debe permitir que se escondan ciertos problemas. Es necesario combatir la exclusión social, la intolerancia, el racismo y la xenofobia y ponerse al día en los nuevos retos que supone la inmigración y la economía de mercado.
POLONIA
Con 39 millones de habitantes es el más importante entre los 10 invitados. Polonia ha tenido una transición exitosa del comunismo a una sociedad basada en la democracia, la ley y el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, el sistema judicial -con procesos largos-, la policía y el Ejército -con denuncias por maltrato-, la discriminación de las minorías -homosexuales, gitanos, enfermos de sida...-, las mujeres y los niños -falta de derechos reproductivos, violencia doméstica y comercio sexual de niños-, el tráfico de personas -Polonia es país de origen, tránsito y destino-, los refugiados y la necesidad de mayor libertad de expresión en medios de comunicación son retos que deben acometer las autoridades de Varsovia.
ESTONIA
Algunas de las preocupaciones que pesan sobre Estonia son específicas de los desafíos políticos y sociales que siguieron al periodo de transición tras la disolución de la antigua URSS. Las autoridades han recorrido un largo camino para asegurar los derechos de la minoría de habla rusa, pero todavía existe preocupación en temas como la nacionalidad, educación y la concreción de derechos sociales y económicos de las personas que pertenecen a esa minoría. Se hace necesario acelerar la reforma del sistema de prisiones y los centros de detención y remediar los defectos en la legislación relativos a la privación de libertad. Resulta imperativo mantener los esfuerzos para prevenir la extensión del sida, cuyos niveles son muy altos en Estonia. También hay que luchar contra el tráfico de seres humanos.
LETONIA
El Parlamento letón aprobó la legislación necesaria para establecer un servicio civil alternativo al servicio militar, según informes de Amnistía Internacional. Las condiciones de los centros de detención no cumplían en general las normas mínimas internacionales pertinentes.
LITUANIA
Existen problemas en el tratamiento a las minorías, en la situación de las cárceles o el funcionamiento del sistema judicial. Deben hacerse esfuerzos en adecuar la legislación nacional con las leyes internacionales. Sin embargo, persisten problemas en áreas como la violencia doméstica, la administración de justicia, y más concretamente los problemas de la legislación en cuanto a la nacionalidad. La situación en ciertos centros de detención y el tráfico de personas no han dejado de existir.
MALTA
En los últimos años, Malta ha adoptado reformas importantes en el terreno de los de
rechos humanos. El acceso del país a la UE ha contribuido a este desarrollo. Sin embargo, persiste la discriminación en torno a los homosexuales y la dificultad de integrar a personas con discapacidades. La lentitud de la justicia, las deficiencias en la prisión de Corradino y, sobre todo, el trato dado a los inmigrantes (para África, Malta es la puerta de entrada a la UE) necesitan ser tratados con urgencia por las autoridades del país.
CHIPRE
Chipre está en el cruce de caminos de tres continentes y, sufre las consecuencias d
e tener una fuerte presión migratoria. El acceso inminente a la UE ha incrementado aún más esa presión. No existen estadísticas sobre el número de inmigrantes sin papeles, pero son un amplio porcentaje de la población, por lo que están expuestos a abusos, fundamentalmente en lo que se refiere a condiciones de trabajo. El número de solicitantes de asilo se dobló en 2001 con respecto a 2000 y continúa aumentando. De nuevo, la ausencia de una política migratoria y la falta de legislación han hecho que el tráfico de seres humanos sea en este país numeroso.
Gil-Robles resalta en su informe su preocupación por "el doloroso asunto de la desaparición de personas en Chipre", una de las más trágicas consecuencias de la partición de la isla en 1974.
En la parte de la isla bajo control del legítimo Gobierno de la República de Chipre, existen problemas relativos a la administración de justicia, la situación de las prisiones, la conducta de la policía, el estatuto para los extranjeros, el servicio militar y el tratamiento dado a las personas que sufren enfermedades mentales. La situación en la parte norte de la isla, a pesar de la relajación en las restricciones impuestas por la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre para cruzar la línea que divide las dos comunidades, ha traído mucha esperanza pero no ha desembocado en un nuevo proceso de reconciliación.
ESLOVENIA
En opinión del comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa parece
claro que algunos de los problemas que subyacen, concretamente los relativos a las minorías -los gitanos son los que más sufren la discrimina-ción-, tienen sus raíces en el fuerte sentido de identidad nacional que emergió tras la independencia de Eslovenia en 1991. Con la independencia algunas personas perdieron su estatus de residentes permanentes y se encuentran sin nacionalidad. Eslovenia no está libre de los recurrentes problemas sobre derechos humanos que sufre el resto de Europa, tales como discriminación, racismo y tráfico de personas.
HUNGRÍA
Las importantes reformas llevadas a cabo en el terreno institucional y económico en los últimos años reflejan un considerable progreso en la sociedad húngara. Sin embargo, la velocidad en esas reformas han dejado a ciertos grupos en desventaja, y han sido ellos los que han soportado lo peor de la crisis económica. Las minorías, en particular la comunidad gitana, sufren discriminación. Grupos vulnerables como las mujeres y los niños sufren violencia doméstica. Las personas sin techo son otro grave problema a abordar por las autoridades húngaras.
ESLOVAQUIA
Los miembros de la comunidad gitana son objeto de discriminación en todos los ámbitos de la vida, según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional. Sin embargo, durante 2002 se abolieron disposiciones del Código Penal que imponían restricciones excesivas al derecho a la libertad de expresión, según AI.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.