Las ONG piden que la ayuda española se concentre en los países más pobres
El sector reclama la condonación de la deuda y su reconversión en servicios básicos
El PSOE ha anunciado que el Ministerio de Asuntos Exteriores también lo será de Cooperación. Las ONG lo acogen con satisfacción, pero quieren que el nuevo Gobierno dé una señal rápida e inequívoca de apostar por un giro hacia los países más pobres. Las organizaciones de mayor peso reclaman que se condone la deuda de esos países y que se reconvierta en apoyo a servicios básicos como vivienda, educación y sanidad. El sector se congratula del propósito del PSOE de duplicar cuanto antes la actual Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) hasta el 0,5% del PNB.
"Lo fundamental es que la cooperación española apueste decididamente por erradicar la pobreza y dirija la ayuda a los países más necesitados. Para ello, hay que establecer un calendario concreto y vinculante para alcanzar el 0,7%", dice David Álvarez, presidente de la Coordinadora de ONG de Desarrollo (CONGDE). "La clave va a estar en qué atribuciones tenga la cooperación en el nuevo Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, y qué calendario se fija para el primer año", apunta Ignasi Carreras, director general de Intermón Oxfam.
La CONGDE expresa la estrategia que desea el sector: "La calidad de la cooperación debe ser prioritaria: calidad es aportar servicios básicos de vivienda, sanidad y educación. En tal sentido, España no puede seguir minusvalorando la cooperación con África, que es la gran olvidada".
Iglesia
Las organizaciones de la Iglesia católica también muestran su esperanza y exigencias. "Al nuevo Gobierno le hacemos la misma solicitud que a todos desde hace más de 44 años: dar a la cooperación la importancia que se merece. Los criterios que deben orientar la concesión de ayudas son las condiciones reales de pobreza, y no intereses de otro tipo del país emisor", dice Mercedes Barbeito, responsable de Comunicación de Manos Unidas. "Otro tema para el nuevo Gobierno es la reconversión de la deuda externa de los países más pobres en infraestructuras y desarrollo. Y nos gustaría que el Gobierno sea consciente de la importancia de la educación en valores, porque la educación es el motor del desarrollo".
Cáritas aclara ante todo, por medio de Silverio Agea, secretario general: "Suscribimos ante todo los criterios de la CONGDE". Y entra en matices: "El esfuerzo presupuestario debe empezar con el 0,5%, para llegar al 0,7%. La AOD tiene que sopesar tanto el objetivo de los proyectos como los índices de precariedad de los países. España debe abolir la deuda externa, vinculándola a la ejecución de programas de desarrollo".
El sector espera que mejoren las relaciones entre el Gobierno y las ONG, muy envenenadas en la etapa del PP sobre todo a raíz del decreto impulsado por el secretario de Estado Miguel Ángel Cortés que, a juicio de las organizaciones, impedía que la CONGDE eligiera sus representantes en el Consejo de Cooperación, órgano asesor: la Coordinadora y algunas organizaciones se vieron obligados a retirarse del Consejo. "El Gobierno socialista, ¿revocará el decreto del PP sobre el Consejo de Cooperación? ¿Volverán las ONG a seleccionar qué ONG las representan?", plantea Carreras, y añade: "En cuanto al PP, ahora tiene la oportunidad de meter el tema de cooperación en su agenda".
Intermón Oxfam plantea otras cuestiones de calendario: "De aquí a 2005 tienen que salir las ayudas oficiales para desarrollar programas a tres años vista. Y, a medio plazo, importa saber la posición española en el área comunitaria, sobre todo en política de subsidios, algo clave para que los productos de los países pobres tengan acceso al mercado de los países ricos".
Nuevas reglas para el trabajo humanitario
Los conflictos sucesivos y superpuestos a lo ancho del mundo hacen que la ayuda humanitaria (AH) se vea mucho en los medios de comunicación, pero esa misma visibilidad es un arma de doble filo para las organizaciones que la desempeñan, puesto que a menudo aparecen inmersas en crisis que se llaman humanitarias y son militares. Pero el anuncio socialista de que habrá específicamente una Agencia de AH convoca esperanzas.
"La ayuda de emergencia y humanitaria debe tener una línea presupuestaria propia, gestionada por los auténticos actores de la AH, para garantizar una intervención rápida y eficaz", dice Toni Bruel, coordinador general de Cruz Roja Española. "Otro objetivo es fortalecer, al hablar de AH, la capacitación técnica de las poblaciones afectadas y de la sociedad civil: así no estarán indefensos ante desastres venideros y no dependerán siempre de la ayuda. Se trata de una asignatura pendiente no sólo para la cooperación española, sino para la europea".
Médicos Sin Fronteras (MSF) es la otra gran organización especializada en este campo. "Saludamos la idea de una Agencia de AH, pero no quisiéramos que se quede en recurso burocrático, sino que vaya realmente al grano", dice Rafael Vila-Sanjuan, director general de MSF-España. "Lo que tenemos que preguntarnos es: ¿todas las víctimas que vemos diariamente en el mundo son necesarias? ¿No podemos salvar muchas de esas vidas? También urge diferenciar la AH de lo que es pura emergencia. La AH exige prestar atención a las nuevas crisis como el sida, así como al apoyo a refugiados y a desplazados por conflictos armados".
Vila-Sanjuan indica equívocos que aclarar: "La partida más amplia de AH de la cooperación oficial española son los 257 millones de euros destinados a Irak: pero es claro que en Irak no hay una crisis humanitaria, sino política y militar. Y tenemos que diferenciar de una vez AH y cooperación para el desarrollo: ni el Gobierno ni la propia CONGDE lo tienen claro, y casi todos los mecanismos oficiales están previstos para el desarrollo".
También Intermón Oxfam aboga por nuevas reglas del juego en AH:"¿Va a seguirse actuando por la vía militar, con el sistema Hércules + FAD? ¿Y quién va a ser el portavoz oficial de la AH española: Exteriores y Cooperación, o el ministro de Defensa?".
Cáritas participa de esa idea: "Hay que definir con claridad la auténtica naturaleza de la intervención de los ejércitos, para que la pacificación y el apoyo logístico sirvan para que las ONG humanitarias puedan actuar en favor de las víctimas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
