Los fabricantes de los Tablet PC son optimistas pese a las escasas ventas

Movilidad, tinta digital y reconocimiento de escritura son las tres principales diferencias entre un Tablet PC y un ordenador portátil. Tres diferencias sustanciales con las que, pese al precio, se le auguraba un sitio en el mercado. Ha pasado medio año desde que el Tablet PC habla castellano y las ventas son escasas.

En Europa, donde salió antes, en 2003 se vendieron 99.653 pizarras electrónicas, según IDC, frente a los 13 millones de ordenadores portátiles, de ellos 830.632 en España. Por tanto, el mercado europeo del Tablet PC no llega al 0,8% de los portátiles.

En Hewlett-Packard vaticinan que las ventas se duplicarán cada año durante los próximos tres e incluso pueden llegar a superar las ventas de los ordenadores portátiles más ligeros. Otros fabricantes estiman que este año se venderán alrededor de 29.000 Tablet PC en España. El pasado año se vendieron más de 800.000 portátiles.

"El aumento de ventas de los Tablet dejará muy atrás las actuales, que suponen el 0,5% de los portátiles", explica Luis Polo, director de desarrollo de negocio de Toshiba en España. Esta empresa sólo fabrica Tablet PC porque un estudio de mercado realizado en Japón en 1998 así se lo recomendaba. El 80% de los encuestados prefirieron el Tablet PC a un portátil o a los Tablet convertibles.

El precio de un Tablet PC no baja de 1.699 euros. La pantalla, el software y el microprocesador son los tres elementos que más encarecen el precio. Según explica Ignacio Garicano, de Fujitsu-Siemens, "suelen representar entre el 55% y el 65% del coste total".

Fuentes de Microsoft aseguran que el sistema operativo cuesta "aproximadamente lo mismo que un Windows XP Professional, e incluye otras aplicaciones, como el reconocedor de escritura". Los fabricantes prevén que en verano bajará el precio de las pantallas, que es el componente más caro.

Albert Olivé, responsable de producto de Acer, considera que el precio de un Tablet PC es "equiparable al de los portátiles que incorporan un procesador Centrino. Es probable que a medida que se vayan lanzando nuevas gamas y configuraciones bajen los precios".

La movilidad, clave

Según Rafael Alonso, director de la unidad de portátiles de HP, el público al que van dirigidos "son los profesionales que requieren la máxima movilidad en un equipo de alto rendimiento. De ahí que los principales sectores donde se acoge este aparato son la sanidad, la arquitectura, los comerciales y el diseño. Pero también está revolucionando áreas sociales como la educación con la creación del colegio digital, una solución que sustituye la pizarra tradicional por la digital con Tablet PC y proyectores".

Los fabricantes han optado por tres tipos de pizarras electrónicas. Por el momento, el más demandado es el tipo Tablet PC, muy similar a un ordenador portátil. La pantalla se puede girar y se pliega sobre el teclado para facilitar la escritura manual. Se diferencia de los Tablet porque estos últimos no tienen teclado, aunque se les puede conectar uno externo, y funcionan con el bolígrafo, que también hace las funciones del ratón. Los convertibles incluyen un teclado que se puede separar de la pantalla.

Tinta digital

Por lo general, la industria del software realiza sus desarrollos para las máquinas y sistemas operativos que están presentes en el mercado. Con el Tablet PC, no. Los fabricantes han desarrollado los ordenadores para Windows Tablet PC, un sistema operativo que incorpora aplicaciones que permiten, entre otras cosas, el reconocimiento de la escritura manuscrita. La clave se encuentra en la tinta digital, una apuesta personal de Gates en un campo donde otros han fracasado.

El otro empeño del presidente de Microsoft fue la pantalla. A diferencia de las agendas digitales y los ordenadores de bolsillo que funcionan con pantallas táctiles, Gates quería que la información sólo se pudiera introducir con un bolígrafo especial que funciona con una bobina electromagnética. El objetivo es que la pantalla sea como una hoja de papel donde se pueda apoyar la mano sin activar ningún icono.

Escribir a mano y que el ordenador pase el texto a máquina. Una antigua aspiración de las empresas de desarrollo de programas informáticos para que los usuarios se relacionen con la máquina de forma más natural. La aplicación de Microsoft reconoce las palabras completas.