_
_
_
_

EE UU sufre en Irak una de las peores jornadas desde el fin de la guerra

Al menos 12 'marines' mueren en un asalto en el 'triángulo suní'

La fuerte ofensiva contra las tropas de EE UU y de otros países por parte de diversos grupos armados en el centro y sur de Irak abrió ayer otro frente en Ramadi, en pleno triángulo suní. Al menos 12 marines murieron ayer en un ataque llevado a cabo por iraquíes contra posiciones ocupadas por los estadounidenses en torno al palacio del gobernador de esa ciudad situada al oeste de Bagdad y próxima a Faluya. Otros 20 marines resultaron heridos de gravedad, y murieron un número indetermindado de atacantes. Dentro aún de la confusión inicial, algunas fuentes valoraban la jornada de ayer como la que más bajas mortales había producido entre las tropas americanas desde que se dio por acabada la guerra hace 11 meses.

Más información
La caja de Pandora

Al tiempo que se produjo esta batalla en el triángulo suní, la revuelta chií continuó ayer por tercer día y ha causado más de 130 muertos Su líder, el clérigo radical Múqtada Al Sáder, desafió ayer a EE UU y se hizo fuerte junto a cientos de sus seguidores en la ciudad santa de Nayaf, bajo mando del contingente español. "El levantamiento continuará y no negociaremos a menos que cumplan nuestras exigencias, que son la retirada de las zonas pobladas y la liberación de los prisioneros", afirmó Múqtada en un comunicado leído en Nayaf por uno de sus colaboradores.

Los intentos de mediación entre los rebeldes y las fuerzas de la coalición impulsada por EE UU parecen haber fracasado. Múqtada ha desoído los llamamientos a la calma de destacados líderes políticos chiíes, e incluso del gran líder espiritual de esa comunidad iraquí, el gran ayatolá Alí Sistani.

Por tercer día consecutivo, las revueltas proseguían ayer en Bagdad y en otras ciudades pobladas mayoritariamente por chiíes, especialmente en Nasiriya, donde los carabinieri italianos dieron muerte a 15 insurgentes. En Kut, al sur de Bagdad, los milicianos de Múqtada patrullaban junto a las fuerzas de seguridad iraquíes, y en Amara, cerca de Basora, los rebeldes se enfrentaron con las tropas británicas.

Un <i>marine</i> defiende, ayer, su posición en las proximidades del palacio del gobernador de Ramadi.
Un marine defiende, ayer, su posición en las proximidades del palacio del gobernador de Ramadi.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_