Los sonidos de Leonardo da Vinci
Joaquín Saura crea un órgano de papel ideado por el artista y lo utiliza en una gira por Milán, Sevilla y otras ciudades europeas
La curiosidad del musicólogo Joaquín Saura por los órganos antiguos le condujo sorpresivamente al artista Leonardo da Vinci. En una de sus visitas a la Biblioteca Nacional de Madrid, para recabar información sobre los instrumentos de viento, Saura se topó con códices del genio italiano. Unos bocetos caóticos en los que se dio cuenta de que el maestro renacentista ideaba varios instrumentos musicales, entre ellos el órgano de papel, que Saura ha creado siguiendo los dictados de Leonardo da Vinci.
"Fue una sorpresa, estaba investigando el órgano europeo y español y encontré en un códice de Leonardo música, él mismo habla de un libro de instrumentos musicales, que no se ha encontrado, y en sus códices proyecta cerca de 70 instrumentos". Saura, con paciencia y muchas horas delante de los intrincados escritos, descifró las frases del genio, escritas como vistas desde un espejo -de derecha a izquierda-, y construyó un órgano de papel, el único del mundo, un órgano de agua y actualmente termina una viola organística.
Las tres piezas han salido de los escritos de Leonardo da Vinci almacenados en la Biblioteca Nacional. Con el órgano de papel y acompañado por cinco músicos de la Academia de Música Leonardina, Saura ha emprendido una gira que, tras pasar por Milán y varias ciudades europeas, le ha llevado a Sevilla, donde el pasado jueves interpretó en la Iglesia de la Caridad un repertorio de música europea del siglo XV.
Este investigador que nació en el mismo pueblo aragonés que el tenor Miguel Fleta, Albalate de Cinca, no sólo está fascinado por los instrumentos de viento, también por el maestro italiano, del que ya está terminando un libro, Leonardo y la Música, en el que recoge todo lo que ha investigado durante los últimos años. "No escribió nunca música, le gustaba improvisar y lo que ideaba lo escribía en cualquier lado, las notas eran para sí mismo, hubiese necesitado mil vidas para construir todo lo proyectado". Aunque no escribiera música, Saura cuenta que Leonardo Da Vinci sí se presentó como músico y cuando lo hizo fue el mejor. "Cuando se presenta en la corte de Milán lo hace con una carta como músico de la corte de los Médicis y con una viola de plata en forma de cabeza de caballo, gana el concurso y ya no vuelve a Florencia en años".
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