2.000 euros por jugarse la vida

Francisco Javier Torronteras es el primer miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que muere en acto de servicio, desde que fuera creado en 1978 bajo el mandato del entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. No obstante, los dos primeros jefes de esta unidad fallecieron en sendos accidentes de tráfico, y otro integrante perdió la vida cuando realizaba unas maniobras en un helicóptero.

El GEO fue creado el 1 de abril de 1978, por decisión del entonces ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, como cuerpo de élite para luchar contra la imparable peligrosidad del creciente terrorismo y la delincuencia organizada. Nació a imitación del GSG-9, un grupo especial de la policía de fronteras alemana, que liberó a los pasajeros de un avión secuestrado en Mogadiscio (Somalia) en 1977.

La primera acción de este grupo fue ante la intentona golpista de la Operación Galaxia

La nueva unidad, encuadrada en la entonces Policía Armada, a cuyo frente estaba el general José Timón de Lara, fue concebida para intervenir en situaciones que entrañasen grave riesgo. Así surgieron los hombres de Harrelson españoles, a imitación de los protagonistas de una popular serie de televisión. Hoy, estos superpolicías se juegan la vida por un salario mensual de 2.000 euros. "Hay muchos trabajadores que ganan más", dice un policía.

El GEO se compone de dos núcleos: uno operativo y otro de apoyo, cuya unidad básica es el comando. En sus 26 años de existencia, los geos han participado en la desarticulación de un gran número de comandos de ETA, han liberado a unas 400 personas secuestradas o tomadas como rehenes, y han actuado en misiones de protección de delegaciones diplomáticas españolas en 28 países de Europa, Oriente Próximo, Centro y Sur de América, África subsahariana y del Magreb.

El primer jefe del GEO fue el capitán Ernesto García-Quijada Romero, gran conocedor del fenómeno terrorista, asistido por un capitán ayudante, cuatro sargentos y dos oficiales. Murió en accidente de tráfico el 4 de agosto de 1979, al chocar contra un camión en Granada. En su coche viajaban su esposa y cuatro hijos, que resultaron heridos de diversa consideración.

Tres meses antes de fallecer, el capitán García-Quijada declaraba a la revista Tribuna Policial: "El GEO responde a la necesidad de cualquier policía de contar con una unidad especial de adiestrados expertos en rápidas operaciones tipo comando, en explosivos, demoliciones, transmisiones, tiro, etcétera y que puedan enfrentarse con garantías de éxito al cada vez más tecnificado ataque terrorista y que haga inviable el chantaje a todo un pueblo".

Juan Senso Galán, capitán del arma de Ingenieros, sucedió a García-Quijada y, al igual que éste, perdió la vida en un accidente de tráfico, ocurrido 12 de mayo de 1980 cerca de Burgos, cuando escoltaba al general José Antonio Sáenz de Santamaría, entonces delegado del Gobierno en el País Vasco. En el siniestro también pereció el cabo Arturo Moreno, conductor del coche de escolta.

El sargento Amador Sevillano Martín, de 35 años, falleció el 22 de mayo de 1986 al caer al vacío cuando participaba en unas maniobras de helicóptero cerca de Colmenar Viejo (Madrid). La causa del accidente fue un fallo en el enganche de la cuerda.

Hasta la operación del pasado sábado en Leganés, sólo tres intervenciones del GEO culminaron con la muerte de algún delincuente: uno de los atracadores del asalto al Banco Central de Barcelona, el 23 de mayo de 1981; cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas murieron el 22 de marzo de 1984 en el puerto de Pasaia (Guipúzcoa); y la muerte de un etarra, el 16 de febrero de 1984, en el barrio de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya).

La primera intervención conocida del GEO fue en 1978, con motivo de la intentona golpista de la llamada Operación Galaxia, que les hizo situarse en las inmediaciones del palacio de la Moncloa para proteger al presidente Suárez de un posible asalto. También han intervenido en otras circunstancias especialmente peligrosas o de importancia, como la liberación, el 17 de enero de 1982, del doctor Julio Iglesias Puga, padre del cantante Julio Iglesias, que estuvo secuestrado por un comando de ETA político-militar.

Los miembros del GEO deben pasar un reconocimiento médico exhaustivo, similar al que someten a los pilotos de guerra, así como de sus dotes de tiro, asalto y reacción ante una situación de emergencia provocada por la actuación de cualquier comando terrorista, manejo de explosivos, etcétera. La dureza de las pruebas es tal que en el curso de acceso que se realiza en estos días sólo quedan 12 aspirantes, de la treintena larga que lo iniciaron.