Costa deja en manos del futuro Gobierno el pacto para los nuevos móviles UMTS

El ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, apuesta por una transición ordenada de poderes al nuevo Gobierno socialista. Por eso ha decidido dejar al PSOE todas las decisiones importantes de su cartera, incluso las que ya estaban tomadas, como el acuerdo para la implantación del nuevo móvil UMTS, con inversiones de más de 6.000 millones. El nuevo Ejecutivo deberá refrendar también los cuatro reglamentos que desarrollen la Ley General de Telecomunicaciones. De hecho, el ministerio ha modificado una campaña de publicidad a petición del PSOE y ha paralizado otra.

El ministro de Ciencia y Tecnologíaen funciones, Juan Costa, no sólo ha paralizado todos los proyectos en marcha, sino que ha dejado en manos del PSOE la decisión de ratificar acuerdos ya tomados. Entre éstos, el más importante es el acuerdo para la implantación de la telefonía móvil de tercera generación (UMTS), que permitirá la transmisión de imágenes en directo y el acceso rápido a Internet. El pacto fue firmado con los responsables de las tres operadoras (Telefónica Móviles España, Vodafone, Amena y Xfera) el pasado 4 de marzo, y estaba pendiente sólo de la firma del ministro.

Por el acuerdo, las operadoras de móvil se comprometían a comercializar este servicio en las principales ciudades del país en el segundo semestre de este año. Además, el acuerdo incluye el compromiso de las compañías de invertir 6.300 millones de euros en 10 años en despliegue de red e infraestructuras que permitan a España ser uno de los países pioneros en contar con esta tecnología del móvil del futuro.

Compromisos

A cambio, el Ejecutivo libera a las compañías de la mayor parte de los compromisos a que les obligaban las ofertas que presentaron cuando ganaron los concursos, como la creación de 36.300 puestos de trabajo directos en 10 años. Además, les permitirá compartir redes, con el consiguiente ahorro de al menos 6.000 millones de euros, y se formalizará la liberación de avales por otros 5.000 millones.

La postura adoptada por Costa está en la línea del informe aportado por el Consejo de Estado, que aconsejaba que se tuviera en cuenta que el ministro estaba en funciones para aparcar la firma. En realidad, se trata de cuatro acuerdos, uno por cada compañía, ya que Ciencia y Tecnología pactó condiciones diferentes con cada una de las operadoras. La más afectada por la dilación en la puesta en marcha de este pacto puede ser Xfera, el nuevo operador participado por ACS y FCC, que aún no ha salido al mercado, tiene prácticamente paralizado su proyecto y cuya estrategia futura es una incógnita. No obstante, la paralización del acuerdo ha causado una gran preocupación a las compañías, que desean contar con seguridad jurídica en este asunto, en el que se juegan unas inversiones multimillonarias

Pero el UMTS no es el único asunto que Costa va a dejar en manos del nuevo Ejecutivo. También se ha detenido la tramitación de los cuatro reglamentos que desarrollan la nueva Ley General de Telecomunicaciones. El más importante es el que se refiere a los derechos de los usuarios.

El decreto, que tenía previsto entrar en vigor en esta primavera, recoge la obligación de las compañías telefónicas de indemnizar a sus clientes por el corte del servicio, con cuantías proporcionales a su consumo medio. Además, el último texto del mismo iba a permitir a las operadoras extinguir un contrato por un impago de tres meses, y pedir un depósito de garantía a los morosos. El reglamento obliga a la Administración a resolver de forma rápida los conflictos que surjan entre operador y usuario.

El talante de Costa de cuidar las formas ha llegado hasta a las campañas de publicidad. Según fuentes del ministerio, la campaña que se está emitiendo para promocionar la necesidad de dedicar recursos a la investigación (I+D+i) se consultó con el PSOE, y a propuesta suya se modificaron algunos aspectos, como la desaparición del logo del ministerio. También se paralizó la campaña de Red.es, para promocionar el acceso a Internet.

Aunque el PSOE no ha desvelado dónde encuadrará orgánicamente la política de telecomunicaciones, a tenor de lo anunciado en la campaña electoral, se dividirá en varios departamentos con la segura desaparición del Ministerio de Ciencia y Tecnología. La mayor parte de las competencias irán a parar al Ministerio de Industria.