El turismo pasa la prueba de Semana Santa

Los hoteleros españoles están tranquilos. La Semana Santa, la primera prueba para detectar la salud del turismo, ofrecerá un buen balance, si el tiempo lo permite. Porque es la meteorología sobre cualquier otra cosa lo que incidirá en los índices de ocupación. El sector no ha resultado afectado por el 11-M, salvo algo en Madrid. Para verano apenas hay previsiones. "Todavía es pronto", dicen.

La patronal de Las Palmas calcula una ocupación del 90% y el Gobierno balear prevé una afluencia mayor a las islas que en 2003

Iberia aumentó un 9,4% el número de pasajeros entre el 14 y el 20 de marzo -después del atentado- y un 12,2% la semana posterior

El 11 de marzo removió todos los miedos. Más allá del dolor provocado por los atentados, en el terreno económico el recuerdo del 11-S se hizo sentir con fuerza en algunos sectores, especialmente el turismo, cuyos valores sufrieron el castigo en Bolsa. Fue sólo un susto pasajero. Veinte días después y en vísperas de Semana Santa, no hay ninguna señal que indique que el terrorismo vaya a hacer mella en el sector. "Desgraciadamente", han dicho varios empresarios, "España ya ha superado otros atentados, y en éste hemos dado al mundo una lección de cómo se debe reaccionar".

Solamente el fin de semana inmediatamente posterior al fatífico jueves 11 se cancelaron en Madrid reservas de habitaciones -algunas estimaciones las sitúan en un 20%- y bajaron las de Iberia. Luego, coinciden los empresarios, todo ha vuelto a su cauce. El tráfico aéreo en Europa, según la Asociación de Líneas Aéreas Europeas (AEA) ha crecido un 8% del 15 al 25 de marzo, y el número de pasajeros en Iberia ha subido un 9,4% del 14 al 20 de marzo y un 12,2% la semana posterior. "Ya el puente de marzo", dice José Guillermo Díaz Montañés, presidente de la Confederación Española de Hoteles, "hubo 14 millones de desplazamientos. No se ha alterado nuestra forma de vida".

Ese puente y la Semana Santa son vacaciones eminentemente nacionales, y el turismo, dicen los empresarios, no se va a resentir. "Es difícil hacer previsiones por dos motivos", continúa Díaz Montañés. "Primero, porque el 80% del mercado en Semana Santa es nacional y reserva muy tarde, y después porque depende muchísimo del tiempo que haga".

El presidente de la Comisión de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Miguel Sánchez, ha asegurado que se mantienen las previsiones para Semana Santa; la patronal de Las Palmas calcula una ocupación del 90% y niega que se hayan producido cancelaciones o caída de reservas, y en Baleares, el consejero de Turismo del Gobierno autónomo, Joan Flaquer, espera mejor ocupación que el año pasado "con un índice de hoteles abiertos también superior".

La recuperación de Baleares la constatan cadenas como Sol Meliá, que prevé una ocupación en el archipiélado del 93%, Barceló, que espera una ocupación superior en un 10% a la del año anterior, o Riu, que afirma "estar al completo".

Apoyo alemán

Las islas han recibido un fuerte apoyo de las autoridades y los empresarios alemanes en la feria internacional de turismo ITB celebrada en Berlín coincidiendo con el atentado, y prevén una temporada estival mejor que la anterior, especialmente en Mallorca, gracias, según los operadores alemanes, a un mejor ajuste de precio y a las campañas del Gobierno balear. TUI ha manifestado que ya registra un aumento de un 11,7% en el número de turistas alemanes en Mallorca. Thomas Cook ha aumentado sus reservas globales a Mallorca un 15% y el grupo Rewe ha reconocido también más viajes para Mallorca este verano que el anterior.

Sin embargo, los empresarios españoles no han querido hacer previsiones para los meses de verano. Consideran que aún es muy pronto por dos razones: la consolidación en la tendencia a reservar cada vez más tarde, y el aumento de los viajes individuales -sin paquete contratado- y de último minuto. Según los datos que aporta José Ignacio Rojas, socio director de turismo de la consultora Mazars, el año pasado ya el 8% del turismo era individual, "pero este porcentaje", añade, "crece de forma exponencial".

"De aquí a verano, quién sabe", dice José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur. "En cualquier caso", añade, "las incertidumbres que se dan son ajenas a los atentados del 11-M. Tienen más que ver, por ejemplo, con un índice de confianza del consumidor en Alemania menor al esperado o, para el turismo ligado al dólar, con la evolución del cambio con respecto al euro". La apreciación de la moneda europea no ha sentado bien a la mayoría de los hoteleros.

A este respecto, desde el 11-M sólo es mínimamente destacable la disminución que se ha producido en el turismo norteamericano, muy reticente a viajar desde el 11-S, y el japonés. Pero entre ambos apenas suponen el 1% del total de extranjeros que visitan España, aunque, eso sí, gastan más.

"Señales de alerta", dice Rojas, "no hay. Y cancelaciones o caídas significativas de reservas, tampoco". En Exceltur, que coinciden totalmente con esa apreciación, señalan además que en caso contrario, habría que tener en cuenta también la fortaleza del turismo español, que supone ya aproximadamente la mitad de los ingresos, y que ayuda a la desestaciona-lización de la industria y la diversificación.

La Confederación Nacional de Hoteles y Alojamientos Turísticos reconoce no tener datos exactos, por ejemplo, del turismo rural -fundamentalmente español-, pero mantiene que esta Semana Santa tendrá muy buenos niveles de ocupación. Y la red de Paradores afirma que el volumen de reservas para Semana Santa, al pasado miércoles, ascendía al 84,5%, pese a contar con un 9% más de oferta que en el año anterior. Paradores, que también dice no haber experimentado cancelaciones ni reducción en las reservas, espera superar el 89,5% de ocupación que registró el ejercicio anterior, contando con las reservas de última hora "y con la previsión de buen tiempo".