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Reportaje:

Milena quiere a su Elián

Una cubana pedirá a La Habana la custodia de sus hijos tras sobrevivir a un naufragio para llegar a Miami

De nuevo el estrecho de Florida se ha teñido de sangre cubana, convirtiéndose en escenario de una dramática historia de balseros, naufragios y familias divididas. La tragedia ocurrió la semana pasada, cuando arribó al norte de Miami una rústica embarcación fabricada con neumáticos y sábanas atadas; a bordo, tres tripulantes casi deshidratados: Milena Isabel González, de 37 años; William Villavicencio, de 36, y Carlos Lázaro Bringiere, de 38, únicos supervivientes de un grupo de nueve cubanos que durante ocho días se enfrentaron a un temporal y olas de más de dos metros, hasta acabar rendidos.

Los tres fueron hospitalizados en Miami, y poco a poco los detalles de su aventura se fueron conociendo. Milena Isabel dejó en la isla al cuidado de una abuela a sus dos hijos mellizos, Orlando y Marcos Consuegra, de 14 años, y junto a ella viajaba su actual esposo, Nerisbel Suárez Galán, miembro de un grupo disidente, quien pereció ante sus ojos. La mayoría de los balseros, según sus familiares en Cuba, pertenecían a organizaciones opositoras, y al menos uno de los fallecidos, Antonio Pantoja Rodríguez, había cumplido condena por "propaganda enemiga".

Más allá de las connotaciones políticas, el caso ha cobrado relevancia por otros motivos. El padre de los mellizos, Orlando Consuegra, se fue de Cuba en 1994 durante la crisis de las balsas y desde entonces reside en Miami; ahora, con Milena en EE UU, ambos piensan reclamar su custodia, situación que recuerda a la del pequeño balsero Elián González.

Como suele ocurrir en Cuba, las familias no sólo han quedado divididas por la desgracia. Sonia Martínez, la madre de Milena, se declara comunista y critica la "locura" que ha cometido su hija. "Yo no pienso como ella. Daría mi vida por la revolución y por Fidel", aseguró en su humilde casa del barrio del Cerro.

Para el Gobierno cubano, EE UU es el único responsable de este tipo de tragedias por permitir que los balseros que pisen tierra firme -si son interceptados en alta mar son deportados- puedan obtener la residencia en ese país.

Milena Isabel González, una de las supervivientes, en un hospital de Florida.
Milena Isabel González, una de las supervivientes, en un hospital de Florida.ASSOCIATED PRESS

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