Los maltratos psicológicos como base de un montaje teatral

La violencia psicológica no deja marcas. No hay moratones y al denunciar la víctima se encuentra indefensa ante un sistema que le pide pruebas visibles. A este tipo de malos tratos dedica una obra, Ella se va, el dramaturgo Jerónimo López Mozo. El montaje, estrenado ayer en la sala madrileña Galileo Teatro y dirigido por Mariano de Paco, ]estará en cartel hasta el 2 de mayo.

"Mi personaje es un edificio a punto de derrumbarse. El amor de su vida la ha ido machacando y empieza a pedir ayuda que no llega", cuenta la actriz María Isasi, que da vida a la maltratada por su marido médico (Luis Hostalot. "Pasa entonces a la ruina y se da cuenta de que va a tener que ejercer la justicia sin ningún apoyo", añade. La víctima no encuentra en la asistente social (Inge Martín) la ayuda que necesita.

En Ella se va, galardonada con el Premio Ciudad de San Sebastián 2002, el autor ha querido reflejar la realidad de un sistema que anima a las maltratadas a denunciar los hechos y a la vez le da la espalda. "Hasta hace poco no se consideraba violencia, sino un problema de convivencia", recuerda el dramaturgo.

El director, Mariano de Paco, piensa que Ella se va aborda el enfrentamiento del maltratado con su entorno y con el sistema. "Es un montaje de puertas que se cierran pero también de esperanzas", dijo. De Paco quiso que la maltratada no pareciera lastimosa, sino que partiese de una situación de igual a igual con su pareja.

El espanto

Hostalot, el maltratador, confesó que se sentía "profundamente afectado" por su personaje. "Me veo en la necesidad de recurrir a todo el espanto que llevo dentro para realizarlo. Saco cosas de mí que me duelen mucho, pero debo hacerlo con una sonrisa o me resultaría muy complicado", aseguró.

López Mozo no ha querido meter moralina en el montaje: "El teatro no debe dar soluciones, sino poner encima de un escenario un tema y dejar que el público saque sus propias conclusiones".

La sala Galileo ha estrenado también un monólogo Ildebrando Biribo. Un soplo al alma, escrito por Emmanuel Vacca e interpretado en castellano por Alberto Castrillo-Ferrer, que da vida a 30 personajes. En rueda de prensa, el artista explicó que la función, "a lo Darío Fo", es una reflexión sobre la decadencia del oficio teatral que se inspira en la figura de Ildebrando, el apuntador de la primera representación mundial de Cyrano de Bergerac que se suicidó cuando supo que no le iban a necesitar más.

Ella se va. Galileo Teatro (Galileo, 39. Metro Quevedo). De miércoles a sábado, a las 20.00; domingo, a las 18.00. Ildebrando Biribo. Martes y domingo, a las 20.00, y de jueves a sábado, a las 22.00. Precio por función: 10 euros; miércoles y domingos, 8 euros. Abono para presenciar los dos montajes por 12 euros.