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Meretrices de Montera protestan por el "acoso" policial que sufren ellas y sus clientes

La asociación Hetaira denunciará ante un juez a Gallardón, Ana Botella y Pedro Calvo

La asociación Hetaira, formada por mujeres prostitutas y no prostitutas, organizó ayer una conferencia de prensa para "dar voz" a un grupo de 15 meretrices de la calle de la Montera (donde trabajan más de 70) que se consideran "acosadas" por la operación de vigilancia policial impulsada por el Ayuntamiento. Las prostitutas aseguraron que no están explotadas por ningún proxeneta y que ejercen ese trabajo porque les "gusta", y exigieron al alcalde que les consulte sus iniciativas. Hetaira va a denunciar ante un juez al regidor, Alberto Ruiz-Gallardón, y a sus concejales Ana Botella y Pedro Calvo. Los acusa de "prevaricación y atentado contra el derecho a la intimidad" por "hostigar" a clientes y meretrices.

"El alcalde ha prevaricado porque ha tomado una medida a sabiendas de que es injusta: la prostitución no es ilegal, y por tanto no puede ser reprimida", afirma Cristina Garaizábal, portavoz de Hetaira. "Además, la operación del Ayuntamiento vulnera el derecho a la intimidad de los clientes e impide la libre circulación de las prostitutas". En tres días, la policía ha pedido la documentación a 278 supuestos clientes o proxenetas en Montera, ha detenido a nueve personas por no tener papeles o estar presuntamente implicadas en redes de tráfico de mujeres, ha inspeccionado 13 hostales y ha entrado, con permiso de los inquilinos, en dos pisos usados como prostíbulos.

Hetaira es una organización que defiende el ejercicio de la prostitución como opción voluntaria y legítima de las mujeres. A la pregunta de si cree que las mujeres que se prostituyen en Montera -la mayoría jóvenes inmigrantes sin papeles- lo hacen por gusto, Garaizábal responde: "Las mafias no están en la prostitución callejera, sino en la de alto standing. El PP actúa así en Montera por doble moral".

Las meretrices que hablaron ayer ante los medios de comunicación iban en su mayoría cubiertas por máscaras, aunque algunas, como la ecuatoriana Nereida Lákulo, de 44 años, quisieron dar la cara: "No estamos coaccionadas por nadie, no tenemos chulos. Hay algunas chicas que tienen a sus parejas, sí, pero eso no son chulos. Aunque yo hablo de las suramericanas, el resto no sé [en Montera hay muchas mujeres de Europa del Este]. Me gusta mi trabajo. Por cinco horas al día saco 3.000 euros al mes". Nereida Lákulo tiene dos hijas gemelas en Ecuador a las que envía dinero para la universidad. No saben que su madre es prostituta.

Vicky, también ecuatoriana, de 25 años y desde los 22 en Montera, trabajó antes en casas de citas: "Ahí sí que hay mafias, que te quitan el dinero y te obligan a hacer cosas que no quieres", dice. Cobra 25 euros por servicio, y asegura que le gusta ser prostituta. ¿Por qué? "Por lo que cobro".

La Plataforma de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución emitió un comunicado en el que critica a Hetaira y señala: "Analizar la prostitución requiere cuestionar el estatuto de mercancía sexual en el que coloca a las mujeres, y tomar medidas contra los hombres que demandan cuerpos femeninos a la carta. Ciertamente, la prostitución es hoy un medio de subsistencia para muchas mujeres, como lo fue la esclavitud para los esclavos; pero, al igual que ésta, representa una forma de subsistencia inaceptable".

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