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Insectos gigantes ocuparán el Fòrum a diario en un pasacalle ecologista y lúdico

La compañía Sarruga se encargará del desfile, titulado 'Higroma'

Durante sus 141 jornadas de duración, el Fòrum soportará dos plagas diarias de insectos gigantes que se pasearán por sus instalaciones con un mensaje ecologista y lúdico. Higroma, un anagrama de hormiga cuya definición habla de dolencias, es el nombre del pasacalle de arañas, mantis religiosas, ciempiés, mariposas, libélulas, plantas carnívoras, hierba, una gran torre y un arcano, creado para deleitar los sentidos del visitante y, de paso, alertarle de los peligros de una acción irresponsable sobre la naturaleza.

Hierro, aluminio, madera y plástico son los elementos básicos que se han utilizado en la construcción de los distintos protagonistas de esta singular caravana. Son ejemplares de tracción humana (se desplazan sobre ruedas que se accionan a pedales), cada uno con unas características físicas propias y una altura que oscila entre dos y cinco metros. El creador de las criaturas es Pakito Gutiérrez, con gran experiencia en este tipo de aventuras, en las que se ha especializado al frente de la compañía de teatro de calle Sarruga. "Solemos trabajar con papel, que se arruga, y de ahí el nombre del grupo. Pero aquí no lo hemos empleado porque las piezas deben tener una larga vida, y el plástico es más resistente", señala. A su lado, entre otros colaboradores, han trabajado, Elisa Crehuet y José Antonio Gutiérrez, responsables de la dramaturgia, y Ramon Calduch, creador de la música electrónica mezclada con instrumentos reales que sirve de banda sonora al montaje.

El desfile de insectos está pensado para un público familiar y podrá verse en horario diurno, a las 13.00 y las 17.00. Tendrá su inicio frente al edificio Fòrum, una primera parada al principio de la Plaza, otra en su zona de sombras, frente a la gran escalinata, y concluirá en la zona de la Plaza que limita con los auditorios.

Higroma cuenta una sencilla historia sobre la acción nociva del ser humano sobre la naturaleza, pero, según sus creadores, no es esencial seguir totalmente el espectáculo para poder disfrutarlo. Al contrario, se ha potenciado su dimensión estética y lúdica, el goce de los sentidos: la vista, con la asombrosa figura de los insectos de vivos colores, totalmente articulados, desplazándose al aire libre y cambiando la perspectiva de los espectadores; el oído, mediante una cuidada banda sonora en la que cada personaje tiene su propio sonido; incluso el olfato: Teresa Gutiérrez ha diseñado distintos perfumes, de flores, césped o hierba, con los que se vaporizará al público durante el desfile.

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