Rabat quiere estar más asociado a la investigación
Los máximos jefes de las fuerzas de seguridad marroquíes se trasladan hoy a Madrid para, oficialmente, ahondar la cooperación con sus homólogos españoles y, más concretamente, solicitarles que sus agentes en España estén más asociados a la investigación sobre los atentados del 11-M.
El general Hamidu Laanigri, que manda la Seguridad Nacional, y el general Ahmed Harari, que está al frente de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST, policía política), llegan hoy a Madrid para reunirse con los directores generales de la Policía, Agustín Díaz de Mera, y del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcallar, según indican fuentes marroquíes.
Inmediatamente después de los atentados viajó a Madrid el general Ahmed Harchi, jefe de la Dirección General de Seguridad Exterior (espionaje militar), pero los que llegan hoy dirigen los dos cuerpos directamente involucrados en la represión antiterrorista.
Atentados de Casablanca
Tanto Laanigri como Harari fueron nombrados en sus cargos dos meses después de los atentados de mayo de 2003, en Casablanca, que causaron 45 muertos. Cuando se produjeron las explosiones, Laanigri llevaba cuatro años al mando de la DST y Harari era su subordinado para el área de Casablanca. Algunos semanarios independientes marroquíes estimaron entonces que aquella matanza debía costarles el cargo y la revista Tel Quel pidió la dimisión del director de la DST.
Tras las detenciones, el 13 de marzo, de los primeros marroquíes presuntamente relacionados con los atentados, Laanigri decidió el envío a Madrid de un equipo de colaboradores. Pese a las proclamas, por ambas partes, sobre la necesidad de desarrollar una estrecha cooperación, los agentes destacados en Madrid están quejosos.
Hubiesen querido, por ejemplo, acceder a sus compatriotas detenidos y participar de cerca en la investigación. Alegan que en Tánger y Tetuán practican detenciones y llaman a declarar a comisaría a decenas de sospechosos para ayudar a la policía española.
Ésta señala que la colaboración marroquí es poco útil porque sus archivos no están al día y los métodos que emplean para obtener declaraciones incitan, a veces, a los detenidos a inventarse cosas para poner fin a los malos tratos.
El Comité contra la Tortura de la ONU publicó, en noviembre, un informe en el que expresa su preocupación "por el incremento (...) del número de detenciones por motivos políticos, por el número de detenidos y de prisioneros y por el número de denuncias de torturas o de tratos cruentos, inhumanos o degradantes que implican a la DST".
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