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Se tambalea el último muro de Europa

Cientos de ciudadanos de las comunidades griega y turca reclaman la reunificación de Chipre

Juan Carlos Sanz

"Nai, evet, yes". El en griego, turco e inglés iluminaba anoche tanto como las velas una de las fronteras más siniestras del planeta. Centenares de ciudadanos de las comunidades griega y turca se dieron cita al caer la tarde ante el puesto de control de Naciones Unidas del hotel Ledra Palace de Nicosia. A la luz de bujías y candelas, entre las alambradas y los sacos terreros de la línea verde que divide Nicosia y el resto de Chipre desde 1974, ondeaban las banderitas del futuro Chipre unido: azul (por Grecia), amarilla (por el tono ocre de la isla) y roja (por Turquía).

La plataforma intercomunal Reunificación ya, integrada por ONG, partidos de la izquierda y organizaciones sindicales y culturales, convocó a los chipriotas a concentrase en el último muro de Europa, que heredará la UE el próximo 1 de mayo si el plan de paz de la ONU no es aprobado en referéndum a finales de abril, para presionar a sus líderes a favor de la paz.

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Bajo el cartel "Ledra Palace, centro de intercambio de prisioneros", la turcochipriota Nese Yasin, de 45 años, leyó un poema elaborado "como un collage" por 15 escritores de ambas comunidades. "Lo que brilla entre las llamas es un sí, qué alegre palabra", declamaba Yasin en un claro mensaje a los ciudadanos de la isla para que apoyen en las urnas la propuesta que el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, intenta pactar antes de mañana cerca de Lucerna (Suiza) con los líderes griegos y turcos de Chipre, que negocian bajo la atenta mirada de los Gobiernos de Atenas y Ankara.

"Me da igual lo que diga el plan Annan; yo sólo quiero vivir en paz en mi tierra", aseguraba la profesora Lula Potamia, de 50 años. A su lado, el abogado Alí Yesilada, de 56 años, coincidía con su vecina del sur de la isla, al otro lado de la línea verde, en que lo importante es echar a andar.

El optimismo de la mayoría de los presentes en la concentración contrasta con la crudeza de las encuestas que circulan en el sector griego de la isla, el único reconocido por la comunidad internacional y que tiene garantizado -pase lo que pase en el referéndum sobre el plan de la ONU- su incorporación a la UE el 1 de mayo. Según un sondeo del diario grecochipriota Simerini, dos tercios de los ciudadanos del sur creen que la propuesta de Annan no es viable, mientras en el norte más de la mitad de los electores apoyaron en las elecciones legislativas a partidos favorables a la reunificación.

El acto que se celebró anoche a la sombra de las murallas venecianas de Nicosia, en medio de canciones interpretadas conjuntamente por músicos de los sectores griegos y turco, parecía, sin embargo, una muestra patente de la partición previsible en el referéndum de abril. Mientras apenas dos centenares de grecochipriotas (una comunidad que aglutina a 800.000 personas del millón de habitantes de la isla) acudieron de forma individual, más de 500 turcochipriotas llegaron unidos en alegre manifestación desde la parte norte de Nicosia. La profesora Lula Potamia alertaba del escaso interés que las autoridades grecochipriotas -que mantienen en su territorio un contingente de 12.000 soldados de Atenas (frente a los 30.000 soldados turcos en el norte)- parecen mostrar por el Plan Annan. El secretario general de la ONU defiende un Estado federal en el que ambas comunidades tengan competencias casi exclusivas en asuntos domésticos, mientras un Gobierno bicomunal de presidencia rotatoria se ocupe de la política exterior y la defensa.

Antes de leer el poema a favor del sí, la escritora Nese Yasin apuntaba al principal problema para lograr la reunificación. "Necesitamos un cambio de líderes en Chipre; los que combatieron entre sí hace 30 o 40 años ya no nos sirven".

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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