El PSPV pide que el metro llegue soterrado al puerto de Valencia
Infraestructuras licita en abril una prolongación en superficie
El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Valencia exigió ayer a la alcaldesa, Rita Barberá, que la prolongación de la línea 5 del Metro hasta el puerto de la ciudad sea subterránea. El proyecto de la Consejería de Infraestructuras prevé la extensión de la L-5 desde la Estación de Ayora hasta la calle de Jerónimo Monsoriu, donde, a través de un intercambiador, la línea se convertirá en tranvía.
La conexión entre el centro de la ciudad y la fachada marítima de Valencia ha estado rodeada por la polémica desde el inicio. La celebración en 2007 de la Copa del América en el puerto de Valencia ha obligado a la Generalitat y al Ayuntamiento a cerrar el proyecto con premura. La L-5 del metro, que ahora acaba en la Estación de Ayora, se prolongará hasta la calle de Jerónimo Monsoriu, donde, a través de un intercambiador -escaleras mecánicas-, los viajeros saldrán a la superficie, donde partirá un tranvía hasta la plaza de la Armada Española, a pocos metros de la entrada del puerto. Más adelante se prolongará para conectar con la Línea 4 del tranvía.
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Rafael Rubio, lamentó ayer que, al final, la alcaldesa haya aceptado que el enlace ferroviario entre el casco urbano y el distrito marítimo sea en superficie y no bajo tierra. Rubio atribuyó la solución a la falta de dinero de la Generalitat y al bajo tono reivindicativo de Rita Barberá hacia el gobierno autonómico por ser del mismo color político.
El concejal delegado de Circulación y Tráfico, Alfonso Novo, recordó que "tanto la Generalitat como el Ayuntamiento mantienen su compromiso de hacer subterránea la L-5, que cruza de este (puerto) a oeste (aeropuerto de Manises) la ciudad y su área metropolitana, "en cuanto sea posible técnicamente". Novo agregó que todos los informes técnicos solicitados por la Dirección General de Transportes desde el año 2000 coinciden en la dificultad de salvar el cruce subterráneo del túnel de Renfe en el bulevar de Serrería.
El portavoz socialista rechazó esta explicación y añadió que resulta ridículo pensar que un proyecto como éste, que costará 25 millones de euros, sea reversible.
La Consejería de Infraestructuras anunció ayer que en abril abrirá las plicas para la adjudicación del proyecto constructivo para conectar la T-4 con la L-5 del Metro. Las obras comenzarían antes de final de año y se acabarían en 18 meses.
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