Cumple bien sin alardes
El Lacetti supone un gran paso adelante respecto a su antecesor, el Daewoo Lanos, y ofrece una calidad de conjunto y fabricación claramente superior. No está todavía a la altura de los modelos europeos más modernos de su tamaño, pero ofrece unas cualidades dinámicas y un equipamiento de serie bastante correctos que permiten resolver sin problemas las necesidades de una familia media. Además incluye algunos detalles prácticos, no siempre habituales en estos coches, que facilitan la vida a bordo de todos los pasajeros: volante regulable en altura y distancia, una buena dotación de huecos para objetos...
Mecánica Opel
El nuevo familiar coreano monta un motor 1.6 16v. de 109 CV procedente de Opel que se sitúa en el centro de la gama, entre la versión básica 1.4 de 92 CV y el 1.8 de 122 CV. Y es la propuesta más rentable y apropiada porque paga menos impuestos que el más potente y tiene unas prestaciones sólo un poco inferiores. Así, el Lacetti 1.6 ofrece un rendimiento bastante equilibrado y constante desde el ralentí hasta las 6.500 revoluciones. No tiene demasiada fuerza a bajo régimen, y exige reducir y estirar las marchas en las subidas y al adelantar. Pero acelera correctamente y, una vez lanzado, llanea con soltura y permite viajar a buen ritmo sin problemas.
Sólo desentona el accionamiento algo lento e impreciso del cambio, aunque las cinco marchas están bien escalonadas. Pero, por lo demás, no es ruidoso, apenas tiene vibraciones y los consumos están en la media de su cilindrada: alrededor de 8 litros en conducción tranquila y entre 9 y 10 en ciudad o cuando se estiran las marchas.
Fácil de conducir
El comportamiento dinámico tampoco presenta sorpresas y es muy superior al del Lanos. El Lacetti se conduce con gran facilidad en cualquier tipo de trazado, obedece bien a la dirección en las curvas y tiene un aplomo suficiente en trazados rápidos y autopistas. Acusa poco las inercias y parece un coche ágil y ligero de reacciones, algo que se aprecia también en el tráfico urbano. Y aunque da sensación de solidez le falta un poco de consistencia en las zonas bacheadas y transmite al interior las irregularidades del piso.
Los frenos funcionan correctamente e incluyen de serie el ABS, que mantiene el equilibrio si se pisa a fondo el pedal en medio de una curva. Pero les falta un poco de mordiente y contundencia cuando se les exige a fondo y alargan las frenadas. Sin embargo, el conjunto convierte al Lacetti en un coche familiar muy correcto que cumple aceptablemente bien y circula con seguridad en todas partes, ya sea en ciudad o en carretera. Y sólo se echa de menos el control de estabilidad ESP, que no se ofrece ni siquiera como opción.
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