Rañé defiende la conexión eléctrica de alta tensión con Francia
El consejero de Industria de la Generalitat, Josep Maria Rañé, defendió ayer con contundencia la necesidad de una línea eléctrica de alta tensión que conecte Cataluña con el sur de Francia. El consejero mantiene que el polémico proyecto de autopista eléctrica de 400.000 voltios entre Baixàs, en la comarca francesa del Rosellón, y Bescanó (Gironès) impulsará el desarrollo industrial del territorio, transportará la energía eléctrica que precisará el AVE y garantizará las necesidades futuras de los usuarios domésticos. Rañé insistió en que el trazado es discutible, pero no la necesidad del tendido.
"Necesitamos esta interconexión no sólo para las nuevas instalaciones, sino para que la gente que vive en el territorio tenga la seguridad de que pueden desarrollarse actividades que todo el mundo considera positivas y para que los ciudadanos no tengan un día problemas de suministro eléctrico cuando pulsen el interruptor", razonó. Rañé insistió en que la gente no puede "engañarse" y debe asumir la necesidad de la conexión eléctrica.
Oposición al proyecto
La oposición al proyecto ha ido creciendo en los últimos meses a uno y otro lado de la frontera. La contundente defensa del consejero motivó ayer mismo la inmediata réplica del parlamentario de ICV, Joan Boada, quien aseguró que hay alternativas menos agresivas con el territorio y reclamó una "discusión profunda" antes de apoyar el proyecto. El alcalde de Llagostera y diputado al parlamento por ICV-IUA, Lluís Postigo, que alcanzó notoriedad por su encendida oposición al paso de la línea eléctrica de las Gavarres por su municipio, ha reclamado también repetidamente que se retire el proyecto de conexión transfronteriza.
Los opositores al proyecto, que se han agrupado en la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica, mantienen que la línea impulsada por Red Eléctrica Española tiene como principal objetivo vender el excedente eléctrico producido por las centrales nucleares francesas y abastecer a las multinacionales que se están implantando actualmente en el norte de África.
Los antilínea aseguran que este proyecto contribuirá a fomentar el crecimiento de las empresas que se deslocalizan en busca de mano de obra barata y no cumplen con las exigencias de protección al medio ambiente. A finales de enero se llevó a cabo en Perpiñán una movilización de unas 10.000 personas contra la línea eléctrica que reunió a colectivos de ambos lados de la frontera.
El consejero de Industria reiteró en su visita a Girona que su departamento está dispuesto a proponer modificaciones concretas en el trazado de la línea eléctrica de las Gavarres, que se puso en funcionamiento hace más de dos años tras una gran polémica, aunque deberán pactarse con los ayuntamientos afectados y la compañía Fecsa-Endesa.
