Homenaje a los servicios de urgencia

En la Puerta del Sol ayer se podía respirar emoción. Era contenida en muchos casos, y en otros más que palpable. Fue durante el homenaje que ofreció el Gobierno regional de Madrid a todos los servicios de urgencia y a los voluntarios -más de 100.000 profesionales- que intervinieron en ayudar a las víctimas de la matanza del 11-M. Dos obras de Mozart (Réquiem aeternam y Aria lacrimosa) crearon un ambiente especial en el homenaje.

Un enorme escenario de color rojo -el mismo que la bandera regional- fue dedicado sólo a los protagonistas: representantes de más de 60 organismos e instituciones, bajo una enorme pancarta, cuyo lema no dejaba lugar a dudas: "Gracias a todos". Así de sencillo. Y alrededor, decenas de profesionales vestidos con sus uniformes de trabajo, como en la jornada del 11-M. "Tras cada víctima, hay una vida rota, un proyecto vital roto. El recuerdo de las víctimas tiene que permanecer siempre con nosotros", explicó el periodista Carlos Herrera, que presentó el acto.

Los servicios de emergencia recibieron la escultura El abrazo, de Fernando Capa. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, acompañada por los alcaldes de Madrid, Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Coslada y San Fernando de Henares (en los que se produjo el mayor número de víctimas) entregaron estas estatuillas de reconocimiento.

Desde ayer, la sede del Gobierno regional, en la Puerta del Sol, luce una placa en recuerdo de las víctimas del 11-M: "Madrid, agradecido a todos los que supieron cumplir con su deber de auxilio a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 y a todos los ciudadanos anónimos que les ayudaron. Que el recuerdo de las víctimas y el ejemplar comportamiento del pueblo de Madrid permanezcan siempre. Marzo 2004". Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, depositaron un corona de laurel delante de ella.