El éxito asiático se impone en la feria con más representación que nunca
Después de Alemania, Taiwán es el país que tiene una mayor presencia empresarial en Hannover
El color naranja en Cebit es sinónimo de Taiwán. Si se sigue la pista naranja se identifican de un vistazo las 709 compañías procedentes del paraíso de los gadgets, el hardware y de la electrónica de consumo, con permiso de Japón y de Corea del Sur.
La mayoría de las empresas, casi un 90%, son pymes. Da igual que vendan placas base, complementos para el móvil, reproductores de MP3 o cámaras digitales: los productos Made in Taiwan inundan la feria. Como Allring, que vende prismáticos con cámara digital integrada, pantalla LCD y puerto USB para conectar al ordenador. "Desde que lanzamos esta gama se han vendido 400.000 unidades", explica su responsable, Selina Tseng.
PenPower Technology presenta un mini escáner capaz de interpretar la información de una tarjeta de presentación, que después se transfiere a una libreta de direcciones, agenda o hoja de cálculo.
1.300 empresas asiáticas
El sudeste asiático es actualmente una de las regiones más dinámicas en el mundo digital. Cebit, el termómetro de las tecnologías de la información, no es ajeno a la tendencia: nunca en la historia de la feria alemana se habían reunido tantos expositores asiáticos (1.300). Tampoco nunca un alto ejecutivo asiático, el presidente de la japonesa Sony, había participado en la conferencia inaugural, esta vez junto al canciller Gerhard Schroeder.
Después de Alemania, Taiwán es el país con mayor representación en la feria de Hannover. El más importante, por número de empresas, del sudeste asiático; aunque podrían ser muchas más "si contamos las multinacionales que producen allí", asegura K. Neumann, representante de la empresa organizadora de Cebit. Le siguen China (190), Corea del sur (167), Hong Kong (140) y Singapur (34).
La República Popular cada vez tiene más que decir en el mapa del comercio mundial y por extensión en el negocio tecnológico. China aumenta, año tras año, su representación en la feria alemana. En 1990 no estaba; ahora hay casi un tercio más que en 2003. Y la feria a su vez le organiza cada año, desde hace tres, un Cebit a medida en Shanghai.
Pero antes que nadie, Taiwán quiere ser la puerta de entrada al gigante asiático, aunque éste vuele por sí mismo. Un informe del Deutsche Bank le advierte que no considere a China como un competidor y le recomienda que vire hacia el negocio del software para seguir siendo competitivo. "Los roces políticos no se trasladan al mundo de los negocios. Les hemos transferido tecnología y personal cualificado", asegura Bo-sung Hsu, de la oficina económica taiwanesa en Hamburgo. Sus empresas, como muchas multinacionales, han trasladado la producción a su primo hermano del continente porque "es más barato, está cerca y sobre todo compartimos idioma y mentalidad".
Las recomendaciones del banco alemán han coincidido con las elecciones presidenciales más ajustadas y conflictivas del país. El proindependentista presidente en funciones ganó sólo por 30.000 votos.
El reino de la pantalla plana
Si la mayoría de los procesadores de los PC son Intel inside, las placas bases son Asus inside. La empresa de Taipei copa este segmento de mercado en un país que manufactura el 75% del total mundial.
Pero Taiwán desea que la industria de las pantallas planas sustituya a los componentes de hardware como el sector de mayor crecimiento en los próximos cinco años.
Tiempo necesario para que la televisión digital terrestre sea una realidad, cuando los países adopten una señal digital para retransmitir y los consumidores cambien de televisor por imperativo tecnológico. En definitiva, cuando se unan la informática y la electrónica de consumo, una de los temas de conversación recurrentes en Cebit, donde se han visto pantallas planas de todos los tamaños y colores.
En 2004 se venderán más pantallas planas que de tubo, sean para el televisor, el ordenador de mesa, el portátil o, incluso, para el carro de la compra. Hasta 30 pulgadas, mejor de cristal líquido; el plasma queda para las de 40, ya que si son más pequeñas se encarece mucho su precio.
"Taiwán se centra en las pantallas de entre 10 y 20 pulgadas. Corea del Sur y Japón abarcan todo el espectro", explica Chien Erh Wang, presidente de la consultora Display Search, especializada en una industria en la que el país ya tiene el 38% del mercado global. Más de la mitad de las pantallas de cristal líquido (TFT LCD) proceden de Taiwán.
Según Cynthia Chyn, directiva del Instituto para la Industria de la Información, "las empresas japonesas siguen siendo las líderes de la televisión; pero ya tienen muy cerca a las coreanas Samsung y LG, que tampoco pueden despreciar a las compañías taiwanesas que han invertido mucho en ello y están preparándose para bajar los precios de una tecnología que es cara".
La mayoría de empresas taiwanesas venden a terceras marcas. Por ejemplo Mitac, fabricante de ordenadores de mesa, portátiles, teléfonos y agendas electrónicas que vende en España a través de Infinity Systems, según cuenta la responsable de marketing Justine Liu.
Tatung, por ejemplo, en casa vende como marca propia y en Europa suministra sus productos a Akai y JVC (pantallas) o HP (monitores), por nombrar algunos. Tatung se prepara para "ofrecer al mundo toda nuestra experiencia en tecnologías de la información aplicadas al hogar", según cuenta su vicepresidenta W.Y Lin desde Taipei a través de un videoteléfono IP. La voz IP parece que se convertirá en el nexo de unión entre la telefonía móvil y fija. Al menos es la tendencia que marca Cebit.
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