Los músicos de la Orquesta Nacional anuncian que vuelven a tocar

La guerra que los músicos de la Orquesta Nacional de España (ONE) mantienen con el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (Inaem) llega a una tregua. "No queremos que el nuevo Gobierno herede la situación con el Partido Popular. Por eso, hoy propondremos en una asamblea suspender la medida de no actuar con nuestros instrumentos", aseguraba ayer Salvador Escrig, portavoz de los músicos.

Además, la ONE quiere aprovechar para hacer un homenaje a las víctimas del atentado del 11 de marzo en Madrid. "Nuestro siguiente concierto, el 2 de abril, es el Réquiem de Mozart, que dirige nuestro titular, Josep Pons, y queremos dedicárselo a los que han muerto", anunciaba Escrig.

Las palabras del músico sonaban a aire fresco y a suspiros de alivio para una situación que había llevado las cosas hacia un callejón sin salida desde que hace dos semanas los profesores decidieran no acudir con sus instrumentos a los ensayos y se suspendieran los conciertos que tenían por delante como medida de presión para negociar atrasos y cuestiones económicas. Pero el vuelco electoral y los acontecimientos de las últimas semanas han suavizado el ambiente.

Ayer, Andrés Amorós, director en funciones del Inaem, aseguró que ellos, su equipo, no pueden tomar medidas importantes al respecto, pero fue duro con los músicos y sus últimas medidas de presión, que calificó de "huelga encubierta". Además, presentó una nota informativa que el Inaem iba a enviar ayer a los abonados antes de que se conociese la nueva propuesta de los músicos.

Diálogo

Escrig volvía a pedir diálogo. "Todas nuestras medidas de presión se encaminan a una cosa que este Gobierno no ha querido entender. Sólo pretendemos que nos escuchen, hablar con quien corresponda", aseguraba. Y hablar de dinero, sobre todo, y de la última reforma de la orquesta, que ha pasado de ser orquesta de funcionarios -la única de España- a tener un régimen laboral mediante decreto.

El dinero que reclaman, según el Inaem, eran unos atrasos que el instituto fijó hasta el año 1995 y que ascendían a 11.742.363 euros ya desembolsados. Una sentencia condenó al Inaem a pagar un año y cuatro meses más, con lo que hay que añadir a lo anterior 4.794.539 euros, cantidad que todavía no se ha hecho efectiva. Pero es que los músicos reclaman sus atrasos hasta el día de hoy y la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, recurrible, responde a la demanda de los músicos en términos menos favorables de lo que se pensaban.

Amorós aseguró ayer: "Ahí está el problema. Según ellos mismos, algunos ya se han gastado el dinero que pensaban que iban a percibir". A continuación detalló las reivindicaciones de éstos: "Les hemos ofrecido por pasarse al régimen laboral un incremento de entre el 8% y el 10%, pero ellos piden el 67,6%, lo que es imposible".