IG Metall afirma que Siemens baraja trasladar 10.000 empleos al Este
La decisión se concretará en una reunión prevista para final de mes
El sindicato metalúrgico e industrial alemán IG Metall alertó ayer de que Siemens pretende trasladar otros 10.000 puestos de trabajo desde Alemania a países en Europa del Este y Asia. La decisión, según informaciones sindicales, deberá sellarse en una reunión con el comité de empresa prevista para el próximo 31 de marzo. Una portavoz de Siemens evitó cifrar el número de empleos que podrían ser trasladados.
La portavoz de la empresa resaltó que "aún se están adelantando conversaciones internas para minimizar el recorte de puestos de trabajo en Alemania".
Siemens, recientemente, había amenazado con trasladar a Hungría parte de su producción de teléfonos móviles, que en la actualidad se fabrican en dos plantas en el oeste de Alemania. Ello supondría un recorte de 2.000 puestos de trabajo. Y ésta es apenas la punta del iceberg, según cree IG Metall, que prevé que los traslados también afectarán a otras divisiones de la compañía, como industria y automatización, y componentes y sistemas de coches. Además, la medida se extendería también a parte de las tareas administrativas.
República Checa
Siemens, de hecho, viene ya trasladando su contabilidad europea a la República Checa. Uno de sus directivos, además, en diciembre pasado adelantó que también buena parte del desarrollo de soportes informáticos, en un futuro, se realizará desde Europa del Este y Asia, lo que afectaría a otros 10.000 puestos de trabajo. Estas actividades no afectarían a las plantas de España, donde fabrica bienes de equipo.
La inminente decisión de Siemens es sintomática de lo que está ocurriendo también con otras empresas alemanas afectadas por los altos costes salariales. Tanto es así que el presidente de la Cámara de Industria y Comercio Alemana, Ludwig Georg Braun, aconsejó ayer explícitamente el traslado a otros países. "Yo recomiendo a las empresas dejar de esperar que la política económica mejore, actuar por iniciativa propia y aprovechar las oportunidades que, por ejemplo, brinda la ampliación al Este", dijo en una entrevista. Ello, en su opinión, contribuiría a proteger otros puestos de trabajo alemanes. Las declaraciones de Braun fueron duramente contestadas por el canciller, Gerhard Schröder, y el nuevo secretario general del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Klaus Uwe Benneter, quienes al unísono acusaron de "apátrida" al dirigente empresarial.
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