Jabón para Togo

La puesta en marcha de una ecoescuela no tiene una fórmula única aunque todas invitan a la participación y a asumir el proyecto como algo lúdico y educativo. El instituto gaditano Poeta García Gutiérrez, de Chiclana de la Frontera, edita cada año la revista Nuestra Ecoescuela, para integrar y difundir el programa; los colegios Juan XXIII y Padre Marchena, de esta localidad sevillana, organizan talleres para hacer jabón a partir de aceite usado que luego envían a Togo en un proyecto de cooperación Norte-Sur; el María Inmaculada, de Carcaixent (Valencia) y el Virgen de la Fuensanta, de La Alberca (Murcia), organizan una semana ecológica, y en este último, cada clase dispone de una especie diferente de árbol en el patio. Varias ecoescuelas -como el Instituto Politécnico Jesús Obrero, de Vitoria, o las cuatro de Vivero (Lugo)- también están entre las más activas.

Tres comunidades se reparten las banderas: Andalucía (21), País Vasco (13) y Madrid (5). En Madrid se da la circunstancia de que todas las banderas verdes pertenecen a centros educativos de Leganés, el municipio de España más laureado tras Chiclana de la Frontera (Cádiz), Marchena (Sevilla) y Guetxo (Vizcaya), con dos cada uno. El reparto de las 228 ecoescuelas abarca más comunidades, aunque siguen a la cabeza Andalucía (155), Madrid (26) y País Vasco (20). Tanto en Cataluña (Escoles Verdes) como en Extremadura (Ecocentros) existen programas autónomos con fines similares.