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Entrevista:STEPHEN FREARS | Director de cine

"Tony Blair no sabe escoger a sus amigos"

Tiene fama de ser remiso a las entrevistas. Al menos, a las entrevistas en cadena. Y algo de eso debe haber, sin olvidar su proverbial timidez. Porque Stephen Frears (Leicester, 1941), uno de los tres principales exponentes del realismo cinematográfico británico, junto con Ken Loach y Mike Leigh, responde con corrección pero sin demasiado entusiasmo a las preguntas que se le plantean una hora y pico después de haber empezado a atender a los periodistas. Sólo cuando se le interroga a propósito de la amistad de José María Aznar y Tony Blair se destapa y aflora su vena irónica. "Verdaderamente, Blair escoge a sus amigos de una manera muy extraña. No sabe elegirlos: Aznar, Bush, Berlusconi... En fin, yo nunca los tendría como amigos. Claro que, bien pensado, tampoco tiene tantos amigos y, francamente, le convendría tenerlos siendo como es primer ministro. Le iría bien un buen amigo... y también un terapeuta", comenta sin que se le escape ni media sonrisa.

"La vida de Almodóvar y la mía están cruzadas de alguna manera"
"Debemos ser listos como en Hollywood y hacer filmes que quiera ver el público"

Blair es precisamente el protagonista del último trabajo del director de Mi hermosa lavandería, una ficción televisiva titulada The d

eal que aborda la feroz lucha entre Blair y Gordon Brown por el liderazgo de los laboristas antes de las elecciones de 1996. Y aunque al primer ministro le da vida un actor de los de verdad, Frears asegura que en la vida real el propio Blair actúa continuamente. "Si no fuera tan buen actor, probablemente sería mejor primer ministro. Ésa es su gran tragedia: es tan bueno interpretando que acaba convenciéndose a sí mismo. Y eso creo que tiene que ver con su formación como abogado: está acostumbrado a defender casos, esté o no moralmente de acuerdo con ellos", señala Frears, que en la década de 1980 se convirtió asimismo en acicate, a través de su cine, de la política ultraliberal de Margaret Thatcher.

Frears ha pasado por Barcelona, donde ayer dio una clase de guión cinematográfico y televisivo a alumnos de postgrado de la Facultad de Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramon Llull. En ella habló de su cine, respondiendo a preguntas de los estudiantes.

Si bien se ve en su filmografía una clara división: las películas sociales realizadas en el Reino Unido, con títulos como

Mi hermosa lavandería, Sammy y Rosie se lo

montan

,

Ábrete de orejas

o La camioneta, y las hechas en Hollywood (

Las amistades peligrosas, Alta fidelidad, Hi-Lo Country o Héroe por accidente), de carácter comercial, Frears reniega de esta parcelación. "Para mí no existe ninguna diferencia, todo es lo mismo. No creo en las etiquetas por lo que a mi trabajo respecta", lanza. Sólo tiene buenas palabras para describir su experiencia hollywoodense. "Siempre que he trabajado allí", afirma, "me lo he pasado maravillosamente. Todo el mundo se ha portado muy bien conmigo, y si se ha cometido algún error en algún filme asumo toda la responsabilidad". En su opinión, "Hollywood ha escrito las reglas del cine y las sigue marcando". "Son muy listos los americanos en este campo", continúa, "nadie se lo puede discutir". Entonces, ¿qué le queda al cine europeo? "Para que pueda competir con Hollywood una película europea tiene que ser muy buena", responde, "debemos ser más listos y hacer lo que ellos: filmes que quiera ver el público".

El director no renuncia a la competencia y matiza que algunos autores europeos ya están en ese buen camino. ¿Por ejemplo? "Pedro", contesta enseguida. Así, sin el apellido. No se sabe si porque le cuesta pronunciar Almodóvar, o porque el director manchego es tan conocido en el mundo entero que basta con su nombre de pila para saber que, si de cine se está hablando, Pedro es sin ninguna duda Almodóvar. Confiesa Frears que le apetece mucho ver la última cinta de su colega español, La mala educación. "Desde que él dirigió Mujeres al borde de un ataque de n

ervios y yo Mi hermosa lavandería, nuestras vidas están cruzadas de alguna manera", cuenta.

En cuanto a sus proyectos cinematográficos inmediatos, se muestra críptico: "Creo que no quiero hablar de ello". Lo único que desvela sobre su próxima película es que se rodará en Inglaterra. En cambio, sí es claro en cuanto a su decepción porque su último largometraje, el th

riller social Dirty pretty things, en cuyo elenco figura el actor catalán Sergi López, no haya llegado todavía a las pantallas españolas después de un año y medio de su estreno. "Estoy realmente asombrado. No puedo entenderlo", se encoge de hombros el director.

Stephen Frears, en la Facultad de Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramon Llull de Barcelona.
Stephen Frears, en la Facultad de Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramon Llull de Barcelona.MARCEL.LÍ SÁENZ
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