Rusia lanza una reforma fiscal que bajará impuestos a las empresas
El presidente Vladímir Putin, recién elegido por otros cuatro años, y el nuevo Gobierno de Rusia desvelaron ayer sus planes de reforma económica, entre los que se cuenta una amplia reforma fiscal para estimular la actividad empresarial, una reforma de las pensiones de jubilación y una revisión del sistema de beneficios sociales para concentrarlos en las categorías de población más necesitadas.
La reforma fue esbozada por los ministros de Finanzas, Alexéi Kudrin, y de Desarrollo Económico, German Gref, en una reunión presidida por Putin. El impuesto social (cotizaciones), que corre a cargo de las empresas, se rebajará a un máximo del 26% para los ingresos de hasta 300.000 rublos anuales (8.580 euros), frente al 35,6% actual para quienes ganan hasta 100.000 rublos anuales. Los planes del Ejecutivo prevén también que el impuesto social sea de un 10% para los ingresos comprendidos entre 300.000 y 600.000 rublos anuales y de un 2% para los superiores a 600.000. El Gobierno calcula que los beneficios de las empresas pueden aumentar en 280.000 millones de rublos en 2005, gracias a la nueva escala de tributación, que deberá ser aprobada por la Duma.
Antes de mayo el Gobierno presentará al Legislativo un paquete de medidas fiscales, que incluirá también reformas en los impuestos sobre la propiedad y sobre las materias primas.
Salarios en negro
El empresariado ruso se ha quejado repetidamente de las cargas del impuesto social, consideradas como una de las principales causas de la evasión de impuestos y de la extendida práctica de pagar parte de los salarios en dinero negro. El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), que bajo Putin se rebajó a un 13% para todos los residentes, no se alterará.
Putin pidió comprometerse a rebajar los índices de pobreza, que afecta a un 20,4% de los rusos, hasta el 10% o un 12% de la población en el plazo de tres años. Gref manifestó que Rusia necesita un crecimiento del 5% para asegurar el bienestar social y expresó temor a una disminución de los precios del petróleo. Putin desdeñó esos argumentos y señaló que se necesita un crecimiento del 7% anual.
El Gobierno modificará también el sistema de tasas sobre la explotación de los recursos y la exportación de hidrocarburos, gracias a lo cual espera poder recaudar 2.000 millones de dólares (1.631 millones de euros) suplementarios para el presupuesto, si el precio del crudo se mantiene a nivel de 27 dólares por barril para la marca Urals.
Se profundizará asimismo en la reforma del sistema de pensiones, en el que a partir de este año ha comenzado a funcionar un componente acumulativo. Así, éste será complementado con un sistema de contribución voluntaria. El Gobierno ruso, que tiene superávit presupuestario desde 2000, prevé aumentar el fondo de estabilización de la moneda nacional desde los 106.300 millones de rublos en 2003 a 420.000 millones en 2005.
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