Los musulmanes de Granada solicitan que no se tome a los terroristas por representantes del islam

La oración del viernes en las mezquitas de Granada se desarrolló sin ningún incidente. Los musulmanes que acudieron a los templos en su día sagrado no percibieron mayor presencia policial, a pesar de que el jueves, Interior puso en marcha un plan para desplegar agentes en los lugares de culto en prevención de posibles agresiones por los sucesos del 11-M. Representantes de esa comunidad se manifestaron ante el Ayuntamiento para condenar la masacre. El Centro de Estudios Islámicos repartió una octavilla pidiendo que no se tomara a los terroristas por representantes del Islam.

Los musulmanes de Granada (cerca de 20.000 entre conversos, inmigrantes y estudiantes universitarios) están hartos de que se apunte a la comunidad cada vez que una organización terrorista comete en nombre de Alá un atentado como la masacre del pasado jueves en Madrid o la perpetrada en Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Miembros del Centro de Estudios Islámicos repartieron ayer octavillas entre los fieles y turistas que se acercaron a visitar la mezquita Mayor, junto al mirador de San Nicolás, en las que se advertía que "si los que cometen estos crímenes son árabes o proceden de un país musulmán, eso no significa que sean representantes del Islam".

"Nos sentimos conmocionados y conmovidos con la tragedia injustificable y atroz de Madrid" y "pedimos que se investigue hasta el final y se haga pagar a los autores que la han perpetrado y a los cerebros que la han planeado", decía el panfleto. "Los que han diseñado estas masacres persiguen un estado de opinión en contra del Islam y un estado de inseguridad y de alerta policial que permita detener, interrogar y matar a musulmanes inocentes en cualquier parte del planeta", relataba el texto. "Estos actos criminales son injustificables y condenables por todas las religiones y sociedades. Esto no es terrorismo de los musulmanes sino terrorismo contra el Islam", concluía el folleto repartido en el templo.

Por la mañana representantes de esa institución junto con otros de otras asociaciones religiosas, de inmigrantes, comerciantes y vecinos de las zonas con más presencia musulmana de la ciudad, se manifestaron en la puerta del Ayuntamiento en un acto al que se sumó el concejal de Presidencia, Sebastián Pérez (PP). El portavoz de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes, Mustafá Bakkach leyó en árabe y castellano ante medio centenar de miembros de la comunidad musulmana un manifiesto de rechazo a los atentados.

"Condenamos cualquier tipo de terrorismo sean quienes sean los autores que hayan acabado con la vida de 202 personas inocentes en la capital de España y otras que mueren diariamente en el mundo", afirmó Bakkach que calificó a los terroristas de "delincuentes, cobardes, asesinos y enfermos mentales que no tienen perdón de nadie, ni de Dios".

Sebastián Pérez destacó la presencia del Ayuntamiento en el acto y pidió tranquilidad a los representantes musulmanes. "Granada es símbolo de paz y de cultura", afirmó el edil. "Esta ciudad le debe mucho al pasado histórico de Al-Ándalus y a todo el mundo árabe", recordó Pérez que señaló que en ella "tiene cabida cualquier profesión religiosa".

Desde los atentados del pasado jueves no se ha registrado ningún incidente contra los miembros de esta comunidad. Ayer viernes, día de oración para los musulmanes, el ambiente en las mezquitas era de total normalidad. Un representante de la Mayor aseguró que ningún policía acudió al templo durante el rezo. El ministerio del Interior organizó ayer un dispositivo para evitar represalias. Decenas de agentes se mezclaron de paisano con los fieles que acudieron a rezar.

"Aquí no ha venido más policía que cualquier otro día", aseguró un trabajador del Centro de Estudios Islámicos. "Pero si se hubieran presentado les habríamos invitado a entrar. Sólo tienen que quitarse los zapatos", concluyó.