La cola de la esperanza

Cuatro días después del triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero, centenares de inmigrantes guardaban cola ayer en la oficina de extranjeros de Alicante para tramitar sus expedientes. La estampa era similar a la de semanas y meses antes de la cita electoral. Aparentemente, todo seguía igual: multitud de rostros de todas las razas y nacionalidades resignados a la espera de ser atendidos por el funcionario de turno. Pero, la atmósfera era diferente. Con recelo y remisos a dar su identidad, opinaban que para muchos de ellos su futuro puede dar un giro a partir de ahora. "Estamos esperanzados de que todo cambie con el giro que ha dado el Gobierno", afirmaba un ecuatoriano que aguardaba su turno. Anas Koudoua, joven marroquí, estudiante de ingeniería informática en la Universidad Miguel Hernández, está convencido de que con el PSOE el colectivo de inmigrantes mejorará su situación. "Zapatero dijo que éramos una prioridad".

La lectura de la comunidad inmigrante sobre el vuelco electoral bascula entre la esperanza y la cautela, explica José Ruiz, responsable de Inmigración de CC OO en L'Alacantí. "Los que residen muchos años en España y que sufrieron la política socialista muestran más recelo. Con el PSOE tampoco se avanzó en esta asignatura", argumenta. A muchos se les escapa la interpretación política. "No se emocionan pero, a la vez, tienen esperanza", dice Ruiz. Una inmigrante ecuatoriana dice no entender ni de derechas ni de izquierdas. "Espero que Zapatero cumpla lo que prometió. Ahora sólo nos queda más que esperar", apostilla.