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Desde el Pacífico
Columna
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Del uso cotidiano de Internet por los terroristas

TODOS LOS GRUPOS TERRORISTAS activos están presentes en Internet explotando sus virtudes que más nos gustan, como puede ser la facilidad de acceso o la posibilidad de alcanzar abultadas audiencias. Las amenazas ciberterroristas, cuya importancia hasta la fecha se ha tendido a sobrevalorar, no deben hacernos olvidar el uso diario que este tipo de organización hace de la red para la comunicación, la propaganda o la guerra psicológica. Tales son las conclusiones de un informe publicado hace unos días bajo el título www.terror.net, Cómo el terrorismo moderno utiliza Internet.

Se trata de una labor iniciada hace seis años. "Escaneamos Internet cada día, volvemos a visitar viejos sitios y buscamos nuevos. Mis asistentes viven en ellos", nos explicó el profesor Gabriel Weimann, autor del informe. "También escaneamos los chatrooms".

No cabe duda que los terroristas de hoy, tanto nacionalistas, racistas, marxistas o religiosos aprovechan las virtudes de Internet para sus objetivos.
Los ciberterroristas usan la red para la comunicación, la propaganda o la guerra psicológica, según el estudio 'Cómo el terrorismo moderno usa Internet'
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TERROR.NET::

El fruto de ese trabajo acaba de ser publicado por el United States Institute of Peace, una institución federal no partidaria creada por el congreso para promover la resolución pacífica de los conflictos internacionales. Recopila información sobre grupos del medio oriente (Hezbollah y Partido Kurdo de los Trabajadores, entre otros), de Europa (de IRA a ETA), de América Latina (FARC de Colombia, o Sendero Luminoso) y de Asia (desde el Ejército Rojo japonés hasta Al Qaeda).

La capacidad de controlar directamente comunicados y mensajes públicos (a diferencia de lo que pasa, por lo general, con los medios de comunicación masiva) les permite llevar auténticas campañas propagandísticas. Denuncian los horrores cometidos por quienes combaten y "hacen uso extensivo del lenguaje de la no violencia en una tentativa para contrarrestar su imagen violenta".

Practican la guerra psicológica con su lote de desinformaciones y amenazas. Al Qaeda, por ejemplo, suele anunciar ataques aterradores. Según el informe, "ha insistido de manera consistente en sus sitios en que sus actos provocan tanto daños físicos como psicológicos".

Aprovechan también la facilidad de acceso a la información. El sitio Muslim Hackers Club publica frecuencias de radio utilizadas por el servicio secreto de Estados Unidos. Un manual recuperado en Afganistán afirma que utilizando fuentes públicas "es posible reunir por lo menos el 80% de toda la información requerida sobre el enemigo".

La red sirve también para reclutar y, de la misma manera, algunos individuos la usan para ofrecer sus servicios. Así, el año pasado, un cibernauta deseoso de participar en la Yihad en Irak, estableció con el seudónimo de La redención está cerca un diálogo virtual con un tal Terrorista sin piedad. Al cabo de unos días, este último le mandó un vídeo propagandístico y un programa de comunicación crifrada para afinar los últimos detalles de su participación.

La red facilita las relaciones entre organizaciones diferentes o entre células más o menos autónomas. "Promueve una mayor colaboración entre grupos", nos explicó Weimann, que es profesor de comunicación en la universidad de Haifa en Israel. "Permite que las redes transnacionales planeen y ejecuten acciones, lo cual contribuye a la evolución del terrorismo de grupos a redes internacionales con relaciones fluidas", nos explicó.

No cabe duda en el informe que los terroristas de hoy -tanto religiosos como marxistas, racistas, o nacionalistas- aprovechan las virtudes de Internet para alcanzar sus objetivos. También usan teléfonos móviles, coches y aviones, pero Internet "es de muchas maneras una encarnación casi perfecta de los ideales democráticos de libre expresión y comunicación abierta".

Weimann afirma que se esfuerza por "equilibrar esfuerzos antiterroristas con la protección de los derechos civiles, la libertad de expresión, la privacidad y el espíritu liberal de Internet". En el informe, señala que si bien se debe hacer todo para conseguir toda la información sobre las amenazas, "no debemos en el proceso, erosionar esas mismas cualidades que hacen que nuestras sociedades merezcan ser defendidas".

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