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Los adictos del ensayo de heroína mejoran su salud cuatro veces más que con metadona

El informe del estudio andaluz revela reducciones de delincuencia e infecciones de sida

El ensayo de dispensación de heroína a los adictos que la Junta de Andalucía comenzó en agosto en Granada va camino de ser un éxito. El primer informe, realizado sobre los primeros 62 adictos, demuestra que los tratados con heroína mejoran su salud física cuatro veces más que los que reciben metadona; la salud mental mejora casi el doble; el riesgo de contagiarse de VIH es cuatro veces menor y la actividad delictiva se reduce más del doble. Los resultados son similares a los encontrados en los ensayos realizados con heroína en Suiza y Holanda.

La Junta afirma que, si los siguientes informes son favorables, pedirá la aprobación de la heroína como medicamento para los adictos que lleven muchos años y hayan fracasado en los tratamientos con metadona. El Ayuntamiento de Barcelona se ha dirigido a los investigadores del ensayo andaluz para aplicar el programa.

El objetivo del ensayo no es curar la adicción a la droga, sino ver si la administración de heroína, de forma controlada, en un hospital y con apoyo psicológico, es más efectiva que la metadona para mejorar la salud, reducir la delincuencia y cumplir mejor el tratamiento de enfermedades como el sida o la hepatitis.

El ensayo no va destinado a todos los heroinómanos, sino a aquellos que llevan más de dos años inyectándose heroína, han fallado en más de dos tratamientos con metadona y tienen al menos dos de las siguientes características: padecer enfermedades como sida, hepatitis o tuberculosis; problemas de salud mental, o problemas de exclusión social.

La mejoría de los pacientes que reciben heroína se constata al hablar con los adictos en la puerta del centro de inyección, en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada. La evaluación la ha realizado a través de cuestionarios un investigador en Sevilla que no ha tratado con los pacientes y que no sabía si se trataba de un paciente que había recibido heroína o metadona.

El informe recoge la evaluación de 37 adictos, de los cuales 17 reciben una dosis de heroína y dos de metadona al día, y 20 que sólo reciben metadona. En el ensayo hay 62 heroinómanos, pero no todos llevan los tres meses a los que se comenzó la evaluación. La duración del ensayo es de nueve meses.

El informe señala que el estado general de salud ha mejorado 4,6 veces más en los que reciben heroína que los de metadona; la mejora del estado psicológico es 1,8 veces mayor entre los que recibieron heroína. Los investigadores también evaluaron las prácticas de riesgo para contraer el VIH. Los adictos que recibieron heroína redujeron el riesgo de contagio 3,7 veces más que los de metadona. La delincuencia disminuyó 2,4 veces más en los tratados con heroína.

"En todas las áreas"

Los investigadores destacan que el grupo de heroína supera al de metadona "en todas las áreas del tratamiento". Los datos están disponibles en la web de la Fundación Andaluza para la Atención a las Drogodependencias (www.fundación-fada.org). Fuentes del ensayo andaluz aseguran que los resultados mejoran todas las expectativas: "Sabíamos por otros estudios que los tratados con heroína mejoran más que los que reciben sólo metadona, pero no esperábamos que se notaran tan pronto".

El ensayo andaluz tardó tres años en arrancar debido a la oposición del Plan Nacional sobre Drogas, dependiente del Ministerio de Interior. Actualmente hay ensayos similares en Holanda, Alemania, Suiza y Canadá, con buenos resultados publicados. La Junta de Fiscalización de Estupefacientes, de la ONU, tradicionalmente opuesta a estos tratamientos, los aceptó el 2 de marzo como positivos si se hacía "de acuerdo con la práctica médica adecuada".

El comisionado andaluz para las drogodependencias, Andrés Estrada, lamenta el retraso y señala que tras la aprobación el ensayo no ha tenido problemas. Estrada asegura que la heroína puede ser un tratamiento para mantener a los adictos crónicos que no pueden abandonar la droga. "Es un tratamiento para poca gente, pero tienen derecho a que alguien se preocupe por ellos". La edad media de los participantes en el ensayo es de 37 años; la mitad tiene problemas legales pendientes; el 97% tiene enfermedades infecciosas (sida, hepatitis y/o tuberculosis) y el 70% tiene algún problema psiquiátrico.

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