La historia de una obsesión que acabó en arbitraje

La historia se remonta al otoño de 1998. La Telefónica presidida por Juan Villalonga, obsesionada por crear un gran grupo mediático, acuerda con la ONCE la adquisición de casi un centenar de emisoras de Onda Cero. Antes ya había comprado un paquete de control de Antena 3 TV. El pacto fue denunciado por el periodista Luis del Olmo en Onda Cero y fue rechazado frontalmente por Blas Herrero, que se negó a vender las 64 emisoras que poseía de la cadena de radio.

Comenzó entonces un rosario de negociaciones que derivó en un acuerdo en mayo de 1999 tras cambiar el Gobierno la obligación de que las acciones de las empresas radiofónicas fueran nominativas. Herrero se quedó fuera del acuerdo, al igual que las 14 emisoras de Del Olmo. El periodista calificó ayer la resolución como "la estafa más importante de la historia de la radio" y arremetió contra Herrero, del que dijo es "un vividor de la radio". Al acuerdo se unieron 51 emisoras de Radio Voz.

Fue a principios de 2001 cuando Herrero, a través de Radio Blanca, y Telefónica pusieron fin a sus diferencias y lanzaron una radiofórmula -Kiss FM- que arrancó con unas 50 emisoras y que, con el tiempo, se convertiría en todo un éxito. La firma se produjo en julio de ese año. En el contrato, Uniprex -propietaria de Onda Cero- se comprometió a pagar 18 euros por cada oyente. Difícil era suponer que iba superar el millón. Las diferencias volvieron a brotar y desde muy pronto se produjeron las desavenencias que llevaron al arbitraje.

Mecanismo de defensa

Mientras, en septiembre de 2002, Telefónica decide vender Onda Cero a Antena 3, de la que posee en torno al 52%. La operación, que se hizo como un mecanismo de defensa ante los intentos de entrar en la radio del grupo editor de El Mundo, Unedisa, se elevó a 250 millones de euros, según el justiprecio fijado con el asesoramiento de Salomon Brothers y otro banco de inversión. En el acuerdo se recogían las contigencias que pudieran surgir con Blas Herrero.

Después, llegaría la venta por parte de Telefónica del 25% de Antena 3 a Planeta (en mayo de 2003), que fue acompañada con la salida a Bolsa de la cadena. En el contrato de compraventa se recoge la contingencia del problema con Herrero, según la cual, Telefónica se compromete a hacer frente a la parte correspondiente que ha vendido, el 25%. Poco después, el 23 de mayo, se iniciaría el arbitraje. Igualmente, la contigencia del arbitraje está reflejada en el folleto de salida a Bolsa de Antena 3 en octubre de 2003.