Imaz ofrece diálogo "sin condiciones" pero pide a Zapatero que aclare su modelo de Estado

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, no avanzó ayer cuál será el sentido del voto de los siete diputados en la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero. El líder peneuvista aseguró que la "iniciativa política" le corresponde a Zapatero, al que felicitó en la noche electoral, pero que ha llegado el "tiempo de la política con mayúsculas". Imaz ofreció diálogo "abierto y sin condiciones" y aseguró que cuenta con todos los partidos vascos y con la sociedad en general para construir Euskadi. Pero dejó claro que el PNV, como fuerza más votada en Euskadi, tiene la responsabilidad de ser el "motor de la nueva política" en esta comunidad. Y le pidió al futuro presidente que aclare su estrategia sobre el modelo de Estado.

"Zapatero tiene que plantear su estrategia sobre cómo concibe el Estado español, si de una forma plurinacional o con otro modelo", aseguró el líder peneuvista en su comparecencia para valorar los mejores resultados obtenidos por el PNV en unos comicios generales desde 1982. Siete diputados, seis senadores, 37.861 votos más que en 1982 y 1,83 puntos por encima de aquel resultado histórico. Todo ello en unas elecciones en las que el PNV tiene más dificultades para movilizar a su electorado, según admiten sus dirigentes.

Consciente de que el concurso de sus diputados no va a ser decisivo para la investidura de Zapatero, el PNV ofreció ayer su rostro más amable apelando, de manera genérica, al tiempo de "la política con mayúsculas", recubierto todo ello con el manto de un diálogo "abierto y sin condiciones". Imaz felicitó en la noche del domingo a Zapatero, antes incluso de dirigir unas palabras a sus propios militantes. Pero la conversación no fue más allá de la cortesía política. También hablaron por teléfono el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el candidato ganador, en lo que pretende ser una interlocución continua entre instituciones.

Zapatero anunció ayer su intención de convocar una reunión del consejo de presidentes de comunidades autónomas para, entre otras cosas, hablar del modelo de Estado y de las modificaciones que el PSOE ya ha comprometido en torno al Senado y la participación de las nacionalidades y regiones en la UE.

Declaración de Barcelona

Imaz subrayó la importancia del peso de los partidos nacionalistas en las nuevas Cortes Generales, aunque precisamente los nacionalismos premiados por los electores el domingo -ERC fundamentalmente- son los que no están en la Declaración de Barcelona (CIU, BNG y PNV), que ha visto retroceder su peso específico en el Congreso al perder 6 de los 25 escaños que tenían en 2000.

Imaz fue especialmente humilde en Sabin Etxea, la sede central del PNV, al ser preguntado si vivía en primera persona este resultado del PNV, sobre todo cuando se ha empleado tan a fondo en la campaña electoral. Para él, las elecciones ni las gana, ni las pierde un candidato, un presidente o una ejecutiva. Imaz interpretó los datos como un espaldarazo a una estrategia determinada, en el caso del PNV la que defiende el plan Ibarretxe, el diálogo y la normalización política, frente a "estrategias de confrontación, crispación y de utilización de la violencia con fines electorales, como ha hecho Mayor". Pero a nadie se le escapa que este resultado afianza a Imaz en el PNV, un partido que abrirá en breve un proceso electoral para renovar las Ejecutivas provinciales y en el que los críticos, representados por Joseba Egibar, han anunciado que darán la batalla. Ibarretxe participó ayer en la valoración que hizo la dirección del PNV de los resultados en su habitual reunión de los lunes. Estaba previsto que en ese encuentro, la Ejecutiva nombrase al nuevo rostro del PNV en el Congreso, que sustituirá al portavoz en las últimas cinco legislaturas, Iñaki Anasagasti. EA, por su parte, le indicó a Zapatero que ahora debe demostrar que "trabajará para recuperar las libertades que han sido menoscabadas".