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RESPUESTA DE LOS MERCADOS

La Bolsa cae el 4,15% por el 'efecto Al Qaeda'

La victoria por mayoría simple de Zapatero es recibida en los mercados mejor que la de Aznar en las elecciones de 1996

Los mercados recibieron con más benevolencia la victoria por mayoría simple de José Luis Rodríguez Zapatero que la de José María Aznar en 1996. El día después de la victoria del PSOE se saldó en la Bolsa española con una caída del 4,15% del índice Ibex 35, inferior al 5,22% que retrocedió el 4 de marzo de 1996 cuando el PP puso fin con su victoria por mayoría simple a 14 años de mandato socialista. En los dos casos ha sido negativo, principalmente porque a los mercados no les gustan las mayoría simples y la obligación de alcanzar acuerdos con otras formaciones políticas, y crean incertidumbres.

Además, el contexto es muy distinto. Mientras en 1996, los mercados europeos y estadounidenses oscilaron al alza, ayer las pérdidas fueron abundantes en todas las plazas mundiales, ante el temor a nuevos ataques terroristas del fanatismo islamista. Los mercados de acciones de todo el mundo se muestran muy temerosos después de los brutales atentados terroristas sufridos el pasado jueves en Madrid.

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Este pesimismo que vive el mundo tras los ataques llevó a la Bolsa alemana a perder el 2,67%, mientras París cedía el 2,40%; Milán, el 2,29%, y Londres, el 1,22%; es decir, no muy lejanos de la caída del Ibex. Tras los retrocesos de ayer, sólo Tokio, Milán y París se mantienen en ganancias anuales. En los mercados estadounidenses a los que la barbarie sufrida en Madrid les recuerda los atentados de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington, también aparecieron las pérdidas. El índice de valores industriales Dow Jones cedió el 1,34%, su nivel más bajo desde el 17 de diciembre, y el tecnológico Nasdaq se dejó el 2,29%.

Fuerte negocio

El índice Ibex 35 de la Bolsa española cerró con un descenso del 4,15% y todos los valores, salvo Gamesa, registraron descensos en sus cotizaciones. Este importante retroceso llevó al mercado a su mínimo anual, y hay que remontarse al 23 de diciembre de 2003 para situar el indicador en los niveles actuales. Asimismo, desde el 30 de julio de 2002 no se producía un descenso tan significativo del índice. Entonces, cayó el 5,07% en plena crisis del real brasileño, que arrastraba a los grandes valores con intereses en esta economía.

Hubo una nota positiva, ya que el mercado en ningún momento se estranguló y el dinero acudió raudo a la salida de papel. Ayer, la Bolsa española marcó su tercer mayor volumen de contratación del año con 4.428 millones de euros. Un dinero que cambió de manos y que los analistas interpretan como la apuesta de muchos inversores deseosos de entrar a unos precios más bajos de los registrados hace tan sólo unos días. Y es que la Bolsa entró ayer en pérdidas, después de haber acumulado en el ejercicio ganancias de casi el 10%. Los mercados de bonos vivieron una jornada más tranquila con una subida de 0,1 puntos en su referencia a 10 años, lo que indica que no se produjo un trasvase importante entre el dinero de las acciones y el de los bonos.

Analistas e inversores se dedicaron ayer a interpretar el programa económico del PSOE y sus efectos sobre los distintos sectores y valores cotizados. Un ejercicio tal vez demasiado rápido y realizado a vuelapluma para discernir los valores que pueden resultar perjudicados y aquellos otros a los que la victoria socialista beneficiará. Los más cautos advertían que es necesario conocer los equipos económicos y esperar a sus declaraciones para hacer un análisis más próximo a la realidad.

Pues bien, los sectores económicos más regulados (energía y telecomunicaciones) han sido, junto al grupo financiero, los más castigados. En el mercado se hablaba de un cumplimiento estricto de los acuerdos de Kioto para la reducción de gases contaminantes que perjudicarían especialmente a Endesa y Unión Fenosa. Estos valores descendieron el 6,84% y el 5,20%, respectivamente, aunque estos mismos temores reguladores ya se vivieron con el cambio de gobierno en 1996, donde las cotizaciones de estas compañías también se veían duramente corregidas. El banco estadounidense Merrill Lynch rebajó ayer la recomendación de las acciones de Endesa de comprar a neutral, ofreciendo como principal argumento la victoria socialista y la penalización de una energía basada en el carbón. Por la misma razón, la compañía Gamesa, que se dedica entre otras cosas a fabricar generadores eléctricos por viento, fue el único valor que consiguió subir ayer (1,26%) dentro del Ibex.

Telefónica y su grupo tuvieron también una sesión de fuertes pérdidas en las que destacó TPI, que se dejó el 7,55% de su valor, mientras que la matriz y la filial de móviles cedían lo mismo, el 4,68%.

A primera hora de la mañana también se anunciaba un panorama poco halagüeño para las constructoras por la posibilidad de poner fin al Plan Hidrológico Nacional (PHN) y el freno a las inversiones en infraestructuras. Otra incertidumbre para los analistas es el futuro que se cierne sobre las presidencias de las empresas privatizadas, cuyos titulares fueron designadas por el Gobierno del PP cuando todavía eran públicas y que ahora se rigen por estatutos de empresas privadas. El PSOE dejó entrever en la campaña que no se mostrará beligerante.

Turismo y aviación

Pero en la lista de los valores más penalizados aparecieron valores duramente castigados en los atentados del 11-S. No sólo, pues, se trata de incertidumbre electoral. Amadeus e Iberia registraron descensos en torno al 6%, y también el sector financiero se veía duramente perjudicado. Un sector muy ligado a la actividad aseguradora y al que los atentados terroristas suponen gigantescas pérdidas. BBVA perdió el 5,02% y el Santander se dejó el 4,42%, aunque fue Bankinter el valor con más caída dentro del sector, con el 5,26%.

Pese a las fuertes caídas de ayer, los analistas se mostraban más optimistas sobre el futuro cercano. Si ayer se hizo una rápida comparación con el cambio de signo político vivido en 1996, también se recordó que, tras el negativo recibimiento que las bolsas hicieron al PP, en una semana se recuperó lo perdido y un mes después la ganancia ya era significativa. Los analistas explican que sigue habiendo abundante liquidez y muchos deseos de entrar en Bolsa. En las primeras sesiones de marzo, el inconveniente eran los altos precios, pero ahora éstos se han corregido notablemente y los grandes inversores vuelven a entrar.

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