La gota que colmó el vaso

Si la ciudad de Valencia no fue ajena al vuelco electoral que el domingo sacudió España, hubo distritos, como el de los poblados marítimos, en los que este giro llevó al sorpasso socialista sobre el PP.

Para los habitantes de esta circunscripción -compuesta por los barrios de El Cabanyal, la Malva-rosa y Natzaret- las causas del cambio, anunciado en los comicios municipales de 2003, hay que buscarlas en la participación española en la guerra de Irak y en los atentados de Madrid, que entienden directamente relacionados: "Yo ya tenía preparados los papeles para votar a los que había", dice Teresa, jubilada, en la calle de la Reina, "pero después de lo que pasó el jueves voté a los socialistas". Y añade: "Con tantos muertos que ha habido... No hay derecho a que nos hayan metido en esta guerra".

"Yo creo que sin los atentados los socialistas también hubieran ganado"

La decisión de Teresa es hasta cierto punto excepcional; el PSOE consiguió el domingo 14.439 votos en el marítimo frente a los 13.827 del PP. Es decir, los populares sólo perdieron 760 respecto a las elecciones del año 2000. Los socialistas, en cambio, ganaron cerca de 4.000 electores, la mayoría llegados desde la abstención.

"Llevaba ocho años sin votar por pura desilusión", dice Julián, un funcionario que vive en la Malva-rosa, "pero el domingo me di cuenta de que no aguantaba más y bajé a votar. Le tirarán toda la culpa a los atentados, pero yo creo que eso sólo ha sido la gota que ha colmado el vaso".

En este vaso los vecinos entienden incluidos desde la actitud del gobierno tras las explosiones -"Hubo poca transparencia", señala Carlos, de 19 años- a la precariedad laboral, pasando por la falta de ayudas sociales, subrayada por una mujer en una guardería de Natzaret, o por la "arrogancia de Aznar" que censura Manuel Martínez, 87 años, en la asociación de jubilados de los astilleros.

El Cabanyal, un barrio en el que un sector de habitantes lleva años movilizado contra la ampliación de la avenida de Blasco Ibáñez, mostraba ayer sus especifidades: "Yo creo que sin los atentados los socialistas también hubieran ganado, aunque por poco. Aquí la gente ya estaba muy quemada porque el abandono de la zona es total, y encima quieren partirnos el barrio", opinaba Manolo, oficial del puerto.

En contraposición con la felicidad que desprendía Manolo, muchos habitantes de El Cabanyal expresaban su decepción por unos resultados que consideran "condicionados" por los ataques terroristas. "Ha sido un voto más emotivo que otra cosa", dice Concha, convencida de que el PSOE "no cumplirá lo que ha prometido".

En el límite entre El Cabanyal y la Malva-rosa, una niña de etnia gitana está tumbada en una rudimentaria hamaca atada a los soportes de un cartel electoral del PP. A través de una ventana, su padre, dice estar "muy contento porque ha ganado Zapatero", aunque él no acudió a votar: "Pensaba que las elecciones eran hoy [por ayer]. "A los gitanos de esta zona siempre nos ha gustado más el PSOE que el PP".

Los votantes socialistas del ditrito Marítimo, tanto los que lo hicieron por primera vez como los que llevan "toda la vida" haciéndolo -como el dueño del bar Viva er Betis, en Natzaret- hacían ayer muchas peticiones al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que pueden resumirse en tres: "Que escuche lo que le diga la población"; "Que no cambie cuando llegue al poder"; "Que no nos decepcione".