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ELECCIONES 2004

Mayor Oreja admite que la "conmoción" social se ha convertido en un duro voto de castigo al PP

Pedro Gorospe

"En política hay que saber ganar y perder, y hoy hemos perdido", dijo el candidato por Álava y líder de los populares, Jaime Mayor Oreja, poco después de las 23 horas de ayer. Acompañado por Carlos Iturgaiz, y Carmelo Barrio, presidente y secretario, Mayor asumió la espectacular derrota, un verdadero vuelco en el País Vasco al perder tres de los siete escaños que tenía, y aunque no lo dijo de manera explícita, asumió que la derrota se debe a un voto de castigo que las encuestas ya detectaban, aunque sólo en el País Vasco. "Los índices de participación reflejan conmoción", se limitó a decir.

La caída del PP ha sido de cerca de 10 puntos y supone un auténtico castigo del electorado vasco a la política del Gobierno popular. El varapalo es especialmente fuerte en Álava, donde apenas hace dos años ganó en Álava las elecciones municipales y forales. Los datos del PP en el País Vasco, con un 18,7% suponen un retroceso de ocho años, al acercarse al 16% que consiguieron ese año.

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El aumento de la participación es, ha sido, en opinión de los populares, definitivo a la hora de analizar los malos resultados en Euskadi. Para los analistas del PP, se trata posiblemente de un voto que se ha ido amasando desde la catástrofe del Prestige, y que se ha confirmado casi a última hora, tras la utilización de la información que ha hecho el Gobierno respecto de la autoría de los atentados de Madrid.

En cuatro años el PP ha pasado de ser "la alternativa al PNV", según la valoración que hizo su presidente, tras el espectacular alza electoral de 2000, a convertirse en el tercer partido de Euskadi.

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La norma no escrita de que el partido que gana en Álava es el que se instala en La Moncloa, volvió a confirmarse.

Mayor Oreja explicó ayer que ya había felicitado, tanto a los candidatos socialistas, Ramón Jauregui como al secretario general del partido, Patxi López. A renglón seguido ofreció los 147 escaños que su grupo ha conseguido en el Congreso de los Diputados "para luchar junto al nuevo Gobierno de España contra los planes de ruptura". Mayor Oreja volvió a recordar sus advertencias de que esta es la legislatura del desafío nacionalista, en referencia al plan Ibarretxe.

La cara de cansancio en Jaime Mayor Oreja y en sus acompañantes era un reflejo de las del resto de las pocas personas que se acercaron al hotel Ciudad de Vitoria a la fiesta electoral del PP. Para los conservadores fue una noche sin tregua, ya que si los sondeos apuntaban unos malos resultados, las primeras papeletas escrutadas empezaron a confirmar las pésimas expectativas. Contabilizado apenas el 25% de los votos en el País Vasco, los de Jaime Mayor Oreja experimentaban ya el espectacular hundimiento que se confirmaría con cada nueva actualización de los resultados, perdiendo tres de los siete diputados que consiguieron en las elecciones de 2000. El descenso de representación es equilibrado: los populares pierden un escaño en cada provincia, lo que supone una caída más acusada que la el partido ha experimentado en el conjunto de España.

Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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