Avance espectacular de las fuerzas del Gobierno tripartito y retroceso general de la derecha

El tripartito se consolida y la derecha retrocede. Ése es el resumen de lo ocurrido en Cataluña, donde Esquerra Republicana, encabezada por Josep Lluís Carod Rovira, da un salto insólito en los anales electorales, al pasar de un diputado a ocho. Es el principal avance que se registra en Cataluña, tanto en escaños como en porcentaje (pasa del 5,6% al 16,01%) y en número de votos (incrementa los sufragios conseguidos en más de 400.000). Un incremento que también registran, aunque en menores proporciones, PSC e ICV.

Los socialistas, dirigidos en esta ocasión por José Montilla, logran también casi 400.000 votos más y una mejora porcentual de 5,5% respecto a los votos obtenidos en 2000. Además, repite como primera fuerza política en Cataluña, muy por delante de CiU, cuya derrota resulta menos amarga si se compara con el hundimiento del PP.

Iniciativa per Catalunya, que acudía con una cara joven, Joan Herrera, y en coalición con Esquerra Unida, mejora ligeramente (30.000 votos más y un 0,1%) pero le basta para convertir el escaño que tenía en dos. El partido ecosocialista consigue con ello ser un elemento central del grupo que pueda formar en el Congreso Izquierda Unida, porque de los cinco diputados que lograron ayer estas formaciones en toda España, dos son de Barcelona y otro más procede de la Comunidad Valenciana.

El avance global del tripartito procede, en parte, del voto que se abstuvo en 2000 y de votantes que han abandonado a los partidos de la derecha. CiU, con un democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, por primera vez a la cabeza de la lista, se ha estrellado y retrocede a posiciones olvidadas desde 1982. Pierde casi 200.000 votantes y ve como sus 15 escaños se convierten en 10.

Pero donde la derrota es más palpable y dolorosa es en las filas del PP. Un partido que, encabezado por Josep Piqué, ha cosechado los peores resultados desde 1989. Retrocede en las cuatro circunscripciones y pierde el diputado que trabajosamente había logrado en las últimas elecciones en la provincia de Girona, y pierde también el diputado de Lleida, con lo que estas dos circunscripciones se convierten en las únicas en que los populares no tienen ninguna representación. El partido dirigido en Cataluña por Piqué se ha resentido de una campaña dominada por el tono bronco de José María Aznar (que le impuso a Dolors Nadal como cabeza de lista por Barcelona) y alejada de la voluntad dialogante del ex ministro. Piqué ha terminado por pagar los platos rotos, perdiendo la mitad de los 12 diputados que logró hace cuatro años.

En el Senado se repiten los resultado: los tres primeros puestos en cada una de las tres circunscripciones son para el tripartito, que logra así hasta 12 de los 16 senadores. Los cuatro restantes son para CiU.