El PSC duplica en número de escaños a CiU y triplica los del PP

El Partit dels Socialistes ha sido el gran vencedor de los comicios de ayer en Cataluña, en que los partidos de la alianza que ha dado vida al Gobierno de izquierdas de Cataluña experimentaron un gran ascenso en perjuicio del Partido Popular y, en menor medida, de Convergència i Unió (CiU). No al terrorismo, no a la guerra, la pancarta más portada en la manifestación de Barcelona contra el atentado de Madrid, ha pasado factura al PP. Por el contrario, el PSC es la formación más votada. Obtiene 21 diputados y duplica en número de escaños a CiU y triplica los del PP.

Los socialistas catalanes han conseguido una ventaja de 15 escaños sobre el PP en Cataluña, algo significativo si se tiene en cuenta que la distancia que separa en toda España a ambos partidos es de 16. El modelo de Gobierno catalán no parece que haya perjudicado al PSOE.

Por el contrario, las urnas han castigado al PP y han despejado la incógnita sobre cómo reaccionaría el cuerpo electoral catalán frente al atentado terrorista de Madrid y a la sombra de desinformación que ha planeado sobre él. El veredicto de las urnas demedia al PP, tras la tensa jornada de reflexión que vivió anteayer Cataluña, con numerosas manifestaciones espontáneas ante las sedes populares contra la guerra de Irak y el terrorismo que ha comportado.

El partido que encabeza el ex ministro Josep Piqué ve frustrada, de esa manera, su voluntad de erigirse en segunda fuerza política superando a sus antiguos socios de CiU. "Hemos tenido un resultado por debajo de nuestras expectativas", reconocía anoche un cabizbajo Piqué. Los populares vuelven, pues, en unas legislativas a los resultados de sus épocas más sombrías, antes de 1989, cuando se denominaban Alianza Popular.

El gran antagonista del PP, Esquerra Republicana de Catalunya, se ha erigido en la tercera fuerza política de Cataluña y la cuarta en el conjunto de España. Los independentistas de Josep Lluís Carod Rovira se ven refrendados por los resultados de ayer, que les hacen aumentar de uno a ocho diputados, una victoria tras una campaña en que desde el Gobierno central se ha querido demonizar a la formación y al propio Carod.

Sin embargo, el principal beneficiario de ese castigo a los populares es, inesperadamente, el Partit dels Socialistes de Catalunya, cuyo primer secretario es José Montilla. Bajo el liderazgo de este cordobés, los socialistas catalanes vuelven a sus épocas doradas en que obtenían más de 1,5 millones de votos. El PSC obtiene 21 diputados, 4 más que en la actualidad. Los socialistas catalanes superan, pues, su récord histórico de votos -1.575.260, en 1982- en las elecciones que llevaron por vez primera al PSOE al poder. El veredicto de las urnas refrenda y consolida al Gobierno tripartito de Pasqual Maragall, que fue objeto de tantas críticas por haber pactado con todas las izquierdas catalanistas. Montilla, entonces, logró vencer las reticencias hacia el acuerdo con ERC e Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) por parte de la dirección del PSOE, que acabó dando luz verde al compromiso.

Los buenos resultados para la izquierda llegan, aunque en menor medida, a Iniciativa per Catalunya, que pasa de uno a dos diputados. El aumento generalizado de las formaciones de la izquierda ha actuado en detrimento del bloque integrado por dos antiguos aliados: PP y CiU. Aunque el reparto de las cargas del apartado de pérdidas es desigual. La federación nacionalista, que ha presentado como candidato a Josep Antoni Duran Lleida, ha resistido y, a pesar de bajar cinco escaños, se ha consolidado como tercera fuerza política en España. No obstante, con 10 diputados, logra sus peores resultados desde 1979 y justamente se retrotrae a las épocas en que no ejercía el poder en Cataluña.