El PP tropieza en su feudo de Baleares, donde pierde un escaño
El PP sufrió ayer un tropiezo en su feudo de Baleares, donde sigue dominando ampliamente en votos pero empata con el PSOE en escaños: cuatro cada uno de ellos. Los socialistas se recuperan con fuerza -con un renacido líder, el ex presidente Francesc Antich- y ganan dos diputados, (uno nuevo, por aumento de población) y, el PP, con una caída de ocho puntos, pierde uno. El Gobierno balear de Jaume Matas -que aspiraba a ser de nuevo ministro con Mariano Rajoy- ha trabajado durante meses para la candidatura de María Salom, con la ayuda de la mitad de los ministros de José María Aznar.
El PSOE ha avanzado 10 puntos hasta alcanzar el 39,37%, mientras que el PP sigue prevaleciendo con el 45,90% -y cuatro senadores-, pero en recesión, a los ocho meses de haber ganado las elecciones autonómicas.
La nueva candidata del PP, María Salom, no ha cosechado el granero de votos ni tampoco rentabilizado como ella creía la red hegemónica tradicional. Por el contrario, apenas sin carteles, casi sin organización de apoyo, el ex presidente Francesc Antich -un hombre de José Luis Rodríguez Zapatero- ha tomado fuerza, dejando sin voz a los críticos del PSOE que esperaban su derrota para derrocarle de la secretaría general del partido en las islas.
La coalición progresista de nacionalistas, verdes, neocomunistas y republicanos no alcanzó el 9%. El mapa electoral del archipiélago en los comicios generales mantuvo su tensión bipolar tradicional, pero el PP -que registró en 2000 un apoyo del 53,8% de los votos- perdió fuelle de manera notable.
Antich sube
María Salom, economista, hasta ahora segunda portavoz en el Parlamento de Baleares, desplegó con el PP una avalancha de medios publicitarios y numerosas cenas y comidas de celebración para simpatizantes y un político que fue derrotado recientemente, Francesc Antich, sube al alza y, en apariencia, renueva su liderazgo en el PSOE pese a la severa censura política de mayo de 2003.
Los terceros en discordia, castigados por el voto útil, fueron los Progressistes per les Illes Balears, una alianza integrada por Partit Socialista de Mallorca, Izquierda Unida, Els Verds y Esquerra Republicana de Catalunya, que alzaba la bandera del antiguo Gobierno autonómico multipartito que encabezó, precisamente, el líder socialista Antich.
Matas reconoció la derrota española. En una llamada a Antich le felicitó por el avance obtenido por los socialistas. El PP ha perdido unos 70.000 votos y los socialistas han sumado una parte de esta cuota en tránsito, han retornado al electorado tradicional de la década de 1980.
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