El Deportivo naufraga
El Mallorca frena su caída libre con un festival de goles al cuadro gallego
Son Moix acrecentó ayer su leyenda de campo maldito para el Deportivo. En sus últimas tres visitas al estadio balear, el equipo gallego había sufrido tres derrotas y encajado nueve goles. A este mediocre balance, cabe sumar cuatro tantos más, los que ayer le endosó el Mallorca. El conjunto dirigido por Luis Aragonés respira aliviado tras pasar con muy buena nota la primera de las diez últimas y decisivas citas a cara de perro con el fantasma del descenso.
Todo ello a costa de un Deportivo que sufrió un serio revés en sus aspiraciones ligueras. Diezmado por las lesiones y las sanciones, el Depor presentaba de entrada un once poco habitual que no acabó de cuajar. El equipo que corrió sin tino por el césped de Son Moix estaba a años luz del que, pocos días atrás, había tumbado a la Juventus de Turín para plantarse en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
MALLORCA 4 - DEPORTIVO 2
Mallorca: Leo Franco; Olaizola, Niño, Ramis (Nadal, m. 86); Edu Moya, Campano, Pereyra, Colsa, Correa, Eto'o (Nagore, m. 87) y Delibasic (Perera, m. 72).
Deportivo: Molina; Scaloni, César, Andrade, Capdevila (Amavisca, m. 76); Víctor, Sergio (Djalminha, m 76); Duscher, Munitis, Valerón (Diego Tristán, m. 62) y Pandiani.
Goles: 1-0. M. 6. Correa, de volea.
1-1. M. 22. Munitis, desde el área pequeña.
2-1. M. 34. Ramis, de cabeza tras un córner. 3-1. M. 58. Eto'o, de penalti.
3-2. M. 80. Djalminha, tras una brillante combinación con Tristán.
4-2. M. 83. Perera, tras un contragolpe.
Árbitro: Mejía Dávila. Amonestó a Campano y Correa. Expulsó a César (m. 92) por doble amonestación.
Unos 22.000 espectadores en Son Moix.
Ausente Mauro, la pareja de enganche formada por Duscher y Sergio no llegó a funcionar
Mientras Munitis suplió con excelencia y gol incluido la baja de Luque en la banda izquierda, la pareja de enganche formada por Duscher y Sergio no llegó a funcionar. El equipo notó en exceso la ausencia de Mauro Silva en el centro del campo. El brasileño cumplía sanción tras ser expulsado en Mestalla el domingo anterior. Valerón, por su parte, se desvivió por salvar los muebles de un equipo gallego descabezado.
El Deportivo recibió el primer golpe muy pronto, a los seis minutos, cuando apenas había tenido tiempo para asentarse en el terreno de juego. Precisamente ésa es una de las escasas virtudes del Mallorca en los partidos de la presente temporada: inicios arrolladores que, para desesperación de Luis, casi nunca se traducían en buenos resultados. Así pues, la alegría cundió entre la afición local cuando, tras una larga carrera, Delibasic le arrebató el balón a Andrade y colocó un potente pase para que Correa enchufara el 0-1. De igual manera, a la grada de Son Moix no se le escapaba que la reacción deportivista iba a llegar tarde o temprano. Porque así lo dice la estadística: en la presente temporada, y hasta el día de ayer, el Mallorca sólo había ganado cuatro partidos en casa.
La previsible reacción del Deportivo llegó, en efecto, a los 22 minutos, aunque hasta entonces a los hombres de Irureta les tocó correr detrás del balón y sudar la camiseta para hilvanar alguna jugada ofensiva. Finalmente encontraron hueco por la banda derecha. De un espléndido pase vertical de Víctor nació el empate, que certificó Munitis con un peculiar remate en semicaída.
Mediante el incombustible trotón que es Samuel Eto'o y el ayer muy participativo Andrea Delibasic, el Mallorca lograba ejercer una presión agobiante sobre los defensas coruñeses, mientras el Deportivo intentaba estirarse y reconducir el juego hacia una dinámica más calmada.
La tenacidad balear obtuvo recompensa en un córner botado por Campano. El extremo sevillano se negó a realizar el habitual saque en corto que suele practicar el Mallorca en estas ocasiones, y optó por poner el balón en el área pequeña. La decisión valió su peso en oro: el central mallorquín Ramis cabeceó y consiguió así su primer gol en Primera División. Tras el descanso, una teatral e injustificada caída del propio Campano dentro del área, castigada con penalti, sirvió a Eto'o para abrir brecha en el marcador.
Irureta acabó reorganizando el ataque blanquiazul con una auténtica demostración de artillería pesada, dando entrada a Djalminha y Tristán. Entre los dos se inventaron el segundo gol del Depor, cuando ya sólo quedaban diez minutos para el final del encuentro. Pero, con la vista puesta en la posible remontada, el equipo gallego descuidó la retaguardia. Así, encajó el cuarto gol el Mallorca, al contragolpe balear, con lo que el partido quedó definitivamente visto para sentencia.
Una sentencia que no sólo aleja al conjunto de Irureta de la cabeza de la Liga, el Madrid, de quien ya le separan 11 puntos, sino que también le hace perder la tercera posición en la tabla en beneficio del Barcelona.
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