Masiva y austera repulsa de la violencia
Unas 250.000 personas, según la policía, tomaron las calles del centro de Alicante
Fue la más multitudinaria y, a la vez, silenciosa y austera manifestación vivida en Alicante. Decenas de miles de persona recorrieron en la tarde de ayer en medio de un mayúsculo silencio, las calles del centro de la ciudad para condenar el atentado terrorista de Madrid. Los participantes, parcos a la hora de exhibir pancartas, completaron el itinerario sin apenas corear consigas. Salvas de aplausos quebraban, a pequeños intervalos, el mudo ambiente.
La convocatoria del Gobierno contra los actos terroristas de Madrid congregó en la ciudad de Alicante a unas 250.000 personas, según estimaciones de la Policía Local y Nacional. Una hora después del inicio de la manifestación y con la comitiva oficial ya en el punto final (la plaza del Ayuntamiento) las calles adyacentes al inicio (la sede la Diputación) estaban repletas de personas esperando comenzar la marcha. El sentir general era de condena y repulsa del terrorismo sin dirigirla hacia ningún grupo violento en particular. "Es histórico, jamás ha salido tanta gente en Alicante a la calle", señaló un comerciante de la plaza de Manila que cerró su establecimiento para desplazarse al centro.
La manifestación la presidió una pancarta con el lema general de la convocatoria que sostenían autoridades y representantes de todos los partidos políticos, colectivos cívicos, económicos y sindicales de la provincia. Tras esta pancarta una marea humana en completo silencio, salpicada por algunas pancartas con lemas contra el terrorismo, pero sin referencias explícitas a ninguna organización concreta, salvo contados carteles con la leyenda ETA, no. Algunos manifestantes portaban pegatinas en las que se podía leer Asesinos Basta Ya, Por la paz y contra el terrorismo. Numerosos colectivos de inmigrantes se sumaron a la multitudinaria manifestación: Entre éstos destacó la pancarta de la comunidad islámica en Alicante y los inmigrantes mexicanos y ecuatorianos. "No al terrorismo, sí a la libertad", rezaban la mayoría de los carteles. En el tramo central de la marcha, en la avenida de Alfonso X, entre el público circulaban algunas octavillas con la leyenda Cadena Perpetua, ya.
La austeridad en la cartelería de la manifestación, con la ausencia de banderas, tan sólo alguna española, estuvo en consonancia con la actitud de los manifestantes. Lazos negros en señal de luto eran las pegatinas que se podían observar entre los manifestantes. Algunos, más minoritarios, sí portaban adhesivos con el lema ETA, no. Tres jóvenes, dos franceses y un alemán, hacían fotos sin cesar. Jean François, Julian y Tim tienen entre 23 y 27 años, y condenan "cualquier forma de violencia". "Ha sido terrible, apoyamos a los españoles", dijo el alemán. Para el francés los atentados de Madrid han sido "un paso atrás, hemos retrocedido un siglo". "Sólo con el diálogo y la buena voluntad se solucionan estos temas", añadió.
El silencio, sólo roto por esporádicas salvas de aplausos, y algunos gritos de Basta ya, proferidos por los más jóvenes, fue una constante a lo largo de los 2,5 kilómetros de la marcha. El acto concluyó con un minuto de silencio en la plaza del Ayuntamiento. Luego, en el mismo escenario, comenzó una concentración del colectivo Movimiento por la Paz y la Concordia de Alicante.
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