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OPINION DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Despido libre

Que el despido en este país es libre no se le escapa a nadie pero habría que analizar detenidamente cómo en una sociedad de progreso como la nuestra, que alardea de Constitución democrática y de estar a la vanguardia en derechos, ha abandonado al libre albedrío del empresario la facultad de disponer del futuro de los trabajadores españoles.

No hablo ya de regulaciones de empleo, despidos colectivos y demás, sino que me refiero a la impunidad con que el empresario de este país utiliza el despido como sistema de chantaje y como una realidad. Les sale tan barato el despido que lo han convertido en "libre". Es deleznable que a una mujer por el mero hecho de quedarse embarazada se le despida, si no en ese momento más adelante; también lo es que a un trabajador por exigir algún derecho determinado se le amenace con el despido con el peso que tiene esa amenaza, habida cuenta de la facilidad de llevarla a cabo.

La sociedad en general tiene severas dificultades para encontrar un trabajo digno como para que se juegue con ello. ¿Qué tiene que hacer un trabajador honrado y decente para que le respeten una mínima como su derecho a ejercer su profesión sin chantajes, amenazas, etc.? ¿No es bastante duro ya tener que salir de casa todo el día para ganar lo justo como para que te roben tu tranquilidad por estar en un plano de superioridad con respecto a ti? No es cierto que se haya avanzado tanto con la democracia, en derecho laboral hemos retrocedido, hoy te despiden diciendo que tienes un lunar que no tienes y el juez a lo más que llega es a certificar el despido improcedente indemnizando con un máximo de 45 días por año de trabajo, pero tú te vas a la calle. La sociedad económica y empresarial no se entera, una empresa sólida pasa por tener una plantilla cualificada e implicada con el proyecto de la misma. Yo les diría a los empresarios insensatos y a los jueces conservadores que vivieran por un minuto el calvario de un trabajador despedido injustamente, que lleguen a sus casas, que le expliquen a su mujer e hijos que ya no tienen un salario, basura, pero salario con el que darles de comer, ese día se os apagará la luz como a muchos trabajadores infelices.

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