Dos empleados de un banco de Chamberí reducen a un atracador que asaltó la sucursal pistola en mano

El interventor y el cajero de una sucursal del BBVA situada en el número 18 de la calle de Bravo Murillo (Chamberí) lograron reducir ayer a un supuesto atracador, Juan Morales de la Osa, de 41 años, que intentó asaltar la entidad bancaria. Los empleados se abalanzaron sobre el criminal al ver que no llevaba cartuchos en la recámara y que se le cayó el cargador de la pistola con la que intimidó a los clientes. Morales, que era buscado por haber atracado otros cuatro bancos en la capital, tenía numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad, según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

Los hechos ocurrieron sobre las 11.30, cuando Juan Morales de la Osa entró en el banco y se dirigió a un cliente de la sucursal que acababa de sacar unos 3.800 euros por ventanilla. Le preguntó que adónde se dirigía, pero el cliente no le prestó atención. El supuesto ladrón le sacó una pistola e intentó disparar. Al ver que había fallado, los dos empleados se abalanzaron contra Morales. Éste cayó al suelo, intentó salir corriendo y se golpeó la cabeza con la puerta de acceso.

En ese momento, la decena de clientes que estaban dentro de la sucursal huyeron despavoridos. "Una señora ha salido gritando: '¡Que tiene una pistola! ¡Cuidado que tiene una pistola!", recordaba Gonzalo, un joven cliente de un comercio cercano. Por las proximidades pasaba en ese momento un policía que, al ver lo que ocurría, se acercó y detuvo al atracador. "Parecía que estaba borracho o lleno de droga porque tenía cara de estar colgao, como si no fuera con él la cosa. Uno de los que le retenían le tenía puesto el pie en el cuello", señalaron algunos testigos. El supuesto ladrón llevaba un chaleco antibalas.

Al lugar acudieron los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil que atendieron al herido de una brecha en la cabeza y de algún golpe que recibió durante el forcejeo. Fue trasladado en un coche patrulla de la comisaría de Chamberí al hospital Clínico, donde quedó ingresado. Detrás iba la ambulacia del Samur. Su pronóstico era menos grave, según un portavoz de Emergencias Madrid. "Cuando ha entrado en el zeta [coche patrulla] se ha desplomado y parecía que iba a caerse al suelo", relató Gonzalo. La policía trasladó a los laboratorios de la Policía Científica un monovolumen Chrysler Voyager negro con matrícula T-4160-AK que era utilizado por un compinche del detenido. El grupo antiatracos a bancos de la Policía Judicial estaba tras el detenido, ya que había cometido cuatro robos en la calle de Luchana y en el distrito de Barajas.