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Sin pistas sobre los atacantes de un prefecto de origen musulmán

La policía francesa detuvo ayer a nueve personas y las puso en libertad horas más tarde en relación con las investigaciones por la serie de atentados dirigidos contra el prefecto Aïssa Dermouche, de origen musulmán, que desde el 10 de febrero ejerce como delegado del Gobierno en la región del Jura. Seis de los detenidos forman parte de un grupo de nacionalistas bretones, considerado como de extrema derecha, y los otros tres pertenecen al grupúsculo Reacción Francesa.

El grupo bretón afectado se denomina Adsav. Fundado por un militar jubilado, es el producto de la escisión de un partido nacionalista de Bretaña. El portavoz del sector escindido, Patrick Montauzier, no comprende el motivo de que las siglas de su organización se vean mezcladas con "un asunto que no concierne en nada a las reivindicaciones bretonas". Los otros tres detenidos, que lo fueron en la región de París, forman parte de Reacción Francesa, un grupúsculo apenas conocido, cuyo nombre figuraba en una reivindicación recibida en su día en la agencia Reuters.

Todos ellos fueron puestos en libertad sin imputación alguna, lo que confirma la impresión de que la policía carece de pistas sólidas respecto a los que colocaron la bomba que destruyó el coche particular de Aïssa Dermouche el 18 de enero pasado y las cargas explosivas depositadas días después en la entrada de Audiencia, la Escuela de Comercio de Nantes, dirigida por Dermouche antes de ocupar el cargo de prefecto, y en el instituto de enseñanza media al que asistía un hijo del alto funcionario. Ninguno de los tres incidentes provocó víctimas.

La semana pasada, la policía efectuó registros en los domicilios de una veintena de estudiantes del mismo centro de enseñanza.

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